domingo, 24 de enero de 2010

El peso de la mano izquierda


No sé si será toda la gente que nos dedicamos a lo social, o soy yo, que nací especialmente puntillosa, pero por mal que pueda sonar a primera vista, me está mosqueando el tratamiento social que se le está dando a Haití.
Para intentar que se me entienda un poco diré antes de nada que no me creo en posesión de la verdad, que no juzgo a nadie y que no pretendo que todo el mundo sea igual que yo; dicho lo cual, no pienso unirme a ningún grupo del facebook de apoyo a Haití, no pienso reenviar correos o eventos tuenti de la catástrofe, y en ninguno de mis nicks o estados voy a ponerme nada alusivo ¿por qué? Pues porque yo podría hacerme de mil grupos, mandar dos mil eventos y tatuarme Haití en el brazo izquierdo, y eso no haría que mi solidaridad con ellos fuera mayor de lo que lo es ahora. Mi colaboración con esta causa la conocerá quien tenga que conocerla, por aquello de que no sepa tu mano derecha lo que hace tu izquierda… Y lo que más me pesa, es ese arraigado sentimiento que tengo de remordimiento, y tal vez este me impide hacer todo lo que he dicho antes… Hace un mes, o tres semanas, yo, al igual que gran parte de la población, no sabía situar Haití en el mapa, y por descontado, vivía sin reparar en cuán pobre era aquel trozo de tierra de este infame mundo… Por supuesto lo sabía, pero la anestesia de la vida diaria nos hace que vivamos sin pensar la situación de los presos políticos en Irán, del hambre en Mali, de la guerra en Costa de Marfil… Todas estas cosas se quedan en el mejor de los casos, en un rincón de nuestra mente donde estorban poco; porque no llenan las páginas de los periódicos ni se habla de ellos en la panadería… Luego ocurre algo como esto, una catástrofe que de haber ocurrido en Tokio tal vez sólo habría causado algunos daños, pero nunca algo como lo que ha abierto los telediarios; y entonces se despierta la cohesión social, la conciencia colectiva de lo afortunados que somos nosotros, que vivimos sin pensar lo condicionante que es el lugar donde nacemos…
Y por eso, por convicción y por vergüenza, mi mano izquierda hará lo que crea conveniente, sin decirlo a nadie, sin mostrarlo ni publicarlo, no porque yo sea una santa, que nadie se engañe, es para ahorrarme la vergüenza que sentiré de mí misma cuando en seis meses o un año, Haití siga igual de necesitado o más, y aquí, en el lado afortunado del planeta, ya nos hayamos olvidado de ellos, sus montañas de muertos y su desgracia, y no hagamos campañas ni hablemos de ello en el desayuno.

lunes, 4 de enero de 2010

Otro año más sin darme cuenta….


ENERO

Empieza el año y desde la primera noche ya todo parece desbordar las previsiones, para bien y para mal… Estreno El Graderío de la Catedral, esa columna que amo y maltrato; pero lo peor entre otras cosas, es ese desfase informático que sufro el mes anterior, el cual me hace estrenar Enero con cámara y portátil nuevos. Aún hoy, extraño a aquella cámara.
Un pony se desinfla por mi habitación, y algún proyecto loco me entretiene los días.

FEBRERO

Llega el Carnaval a mi vida de una forma más plena, y una decepción más plena aún cuando le pegan “el cajonaso” al Selu con mis Enteraos de mi alma… Vuelvo a pasear por Madrid, llega la ansiada Cuaresma y llegan a mi vida las botas más bonitas del mundo. Un par de asuntos enturbian mis intentos de felicidad, aún no sabía que eso me iba a traer algún disgustillo más…
Cambio de loock y recupero el flequillo que no tengo desde que era pequeña.


MARZO

Por primera vez voy al Circo del Sol; me ilusiono como una niña, y me gusta como a tal.
Vuelve mi Cristo a pasear por su barrio y es otro indicador más de que tras la ceniza vendrá la semana de la luz.
Mi madre, como todos, sigue haciéndose mayor, cumple una edad importante y no tiene la fiesta crucial que otros amigos si han tenido al cruzar ese ecuador; aún me siento culpable por ello….
En San Bernardo tal vez comienza una tradición para cierta gente que no se conforma con escribir y guardarlo en un cajón; me siento afortunada por conocerlos y porque formen parte de mi vida.
Estreno Nuevos Albores de Primavera, ese blog que desatiendo hasta la vergüenza, pero que algún día trataré como se merece y entonces… será maravilloso, o eso espero…
En la frontera de este mes y el siguiente se produce un cambio que a día de hoy sigo pensando que aunque duro fue para mejor, lo que está por venir es muy grande y nada lo puede nublar…


ABRIL

Llega el estreno de la mantilla, la semana más grande para mí. Sevilla nos regala un cielo tan azul como la capa de mi hermandad y todo es tan intenso como se podría desear. San Lorenzo es siempre punto de inflexión entre la pena y la alegría, final y comienzo nuevamente de todo…
La Feria es otro punto de inflexión, torbellino y alegría, encuentro y amistad sincera aunque muchos no lo crean.


MAYO

Otro año más sin pisar la Aldea, y desde las cubiertas de la Catedral todo parece más bello, sueño de despiertos y disfrute de quien ama las piedras hasta la línea de lo incomprensible.
La vida parece celérica y pausada a la vez; me cuesta encontrarle el sentido a ciertas cosas pero a la vez, cada cosa recobra su lugar. Mi hermano se marcha a Madrid y el pregón de las Glorias me redescubre que hay vida tras el Domingo de Resurrección. La Feria del Libro y Paco Gallardo me recuerdan que me gusta juntar letras, y que no debo dejarlo.


JUNIO

Con la ceremonia de graduación renacen sentimientos de compañerismo, vocación y ganas de comerse el mundo si el mundo se deja…
El Betis pide a gritos lo que un sordo le seguirá negando no sé por cuánto tiempo y Lucía da el primer paso a su vida de casada. Despide su soltería con un hombre fascinante en una noche surreal en la que su gata acaba pariendo a los pies de mi cama cuatro mininos que parecen de peluche.


JULIO

Este mes siempre comienza con mi cumpleaños, y con mis pocas ganas de celebrarlo. En esta ocasión atravieso la frontera en la Casa de Hermandad, rodeada de muchos a los que quiero y no me parece un mal comienzo.
Al fin Lucía se casó, y yo siento que me hago mayor en ese momento.
El Rocío sigue vivo en verano y cualquier época del año parece buena para estar por la Aldea.
He comenzado una andadura por las discotecas y terrazas de esta ciudad, que me
proporcionan esparcimiento y me dan un toque petardo que hacía tiempo que no tenía…
Paso unos días en Madrid, unos ratos con mi Sister y el verano sirve para lo que es, para hacer poco…


AGOSTO

Amsterdam, pequeña, cosmopolita, libre, encantadora, multirracial, tradicional, no demasiado limpia, extrema y equilibrada. Me encanta lo manejable que resulta recorrerla, me encanta volver a admirarme con tantas cosas que cuelgan en las paredes de las pinacotecas, y finalmente, volver para encontrarme con un esguince, los amigos, y tantas cosas que siempre están ahí al regreso de los viajes.



SEPTIEMBRE

Insulso, gris, con regusto amargo y con algún cabreo que otro. Todo debe volver a arrancar, tomar un cauce, para eso está este mes… pero a veces es complicado.
Como siempre llega el 24 y vuelvo a demostrar que a veces me gusta celebrar cosas.
Las decepciones son materia de muchos, la amistad crece en los malos momentos y estos son los que nos dan la fuerza.
Ver a Los Enteraos en el Maratón de Carnaval me hace pensar que lo mismo el jurado importa poco y que los ganadores morales son los que son, o no son los que llevan tijeras…


OCTUBRE

Llego, aterrizo en un nuevo lugar que no esperaba que fuera a llenar mi tiempo y mi corazón de esa manera. Descubro que no todo era tan malo y que merece la pena tomar vinagre para acabar degustando rosas, que por esas fechas es un disco que no ha visto la luz.
Indago en mí misma para poder ir a un cumpleaños sabiendo quién es mi ídolo, y acabo rubia platino sin mucha idea de si lo he descubierto.
Los actos del Rosario comienzan a llenar la agenda y todo parece empezar a tener forma en mis días.


NOVIEMBRE


En una fiesta de Halloween bastante atípica descubro lo importante de las cosas, de la gente, de las fiestas y las intenciones. Aquella noche me doy cuenta que bajo el pueril dibujo de una flor, algunos van a ir siempre grabados en mi piel, y me encanta tomar conciencia de ello. Sigo disfrutando de todo lo que me aportan, que cada vez es más, y al fin parece que llega el Otoño ansiado.
Preparamos “La operación Tablón” y ponemos rumbo a Villanueva del Rey, incluyéndonos mutuamente en los planes de futuro de unos y otros… Celebro por primera vez en mi vida la Fiesta del Cordero y mi árabe progresa muy poco a poco.



DICIEMBRE

La primera vez que el 3 de Diciembre transcurre sin el homenajeado… Paso por alto que en este mes me pidieron matrimonio o que ví como una de esas torres altas que no son físicas caía. Se aproxima sin remedio la maldita Navidad, se inaugura el estudio de Daniel Franca y una gripe me destroza sin piedad. Vuelve a casa mi hermano como el turrón, su aventura madrileña concluye; creo que nunca hemos estado tanto tiempo separados, creo que nunca nos hemos llevado mejor que en estos meses…
El último día del año se estropea el termo, y me ducho gracias a la solidaridad vecinal algo tarde, pero llego a tiempo a que una vez que el reloj de la Puerta del Sol concluya, a mí, como cada año, me sobren uvas…



EPÍLOGO


Haciendo este repaso me he dado cuenta de lo poco que actualicé este año, de lo dejado que he tenido a veces este sitio, y me da pena la verdad…
No me gusta hacerme propósitos por manía o por simple miedo a no cumplirlos pero tal vez estaría bien incidirme a mí misma, obligarme un poco a una gimnasia emocional que suele venirme bastante bien.
Por lo demás, todo está aquí, y mucho se ha quedado fuera, no es fácil resumir un año como este, con todo lo bueno y lo malo que ha tenido…
Al final todo queda como en el estribillo de la canción de M-Clan que titula la entrada, y sólo espero que pase otro año más sin darme cuenta… Puede que ya usara eso en mi primer aniversario bloguero,, pero nuevamente me asombro de ver que ya son dos años por aquí que aunque me parecen dos semanas, por otra parte ya son tantos los ceros y unos que he reunido, que no podría vivir sin ellos…
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...