Es curioso cómo sin saberlo, las películas nos enseñan tanto, aunque seamos muy pequeños, aunque sean comedias musicales infantiles.
Llevo varios días sin parar de canturrear esto. Con tres o cuatro años, cuando veía Mary Poppins casi a diario, me encantaba cantar y bailar esta canción, con una gran coreografía en que me subía por el sofá y las sillas, cosa que se propiciaba al estar mis progenitores durmiendo la siesta o en cualquier menester que me dejaba disfrutar a solas de mi preciado vídeo VHS.
Evidentemente no entendía mucho nada de lo que decía, pero tenía algo… Ese arranque, y el conseguir que sus gruñonas sirvientas se unieran a ella en la canción… Pero lo dicho, no entendía nada, yo era de una generación muy diferente, no se me ocurría pensar que reclamara el derecho a votar, ya que en mi casa votaban todos menos yo, e incluso, cursi como era, no podía entender del todo que quisiera llevar pantalones, teniendo unos vestidos tan bonitos.
Pero aquello sin saberlo me influyó, de hecho, tengo una postal de las primeras sufragistas inglesas en la cabecera de mi cama, en su marco y todo, como si fuera una foto de mi abuela.
Para redondear la casualidad, o lo inevitable, hoy, jornada de reflexión, 19 de Noviembre, se cumplen 78 años de las primeras elecciones en que las españolas pudieron votar. Antes había habido amagos, derecho a votar para mujeres no sujetas a otra potestad, como padre o marido por ejemplo, o absurdas incoherencias en que las mujeres podían ser elegibles pero no electoras…
Seguramente tal día como hoy, muchas mujeres se sintieron plenas en derechos, aunque también hay que reconocer que muchas mujeres tenían problemas más importantes y su derecho al voto era algo secundario. Sea como fuere, siempre que llegan elecciones me posee el mismo sentimiento, la alegría de saber que puedo elegir en cierto modo, que puedo ejercer un derecho que mucha gente murió sin disfrutar. Luego vendrán las quejas, los políticos parásitos y la “democracia secuestrada” que dicen algunos. Pero hoy, mientras llueve a cántaros yo sigo canturreando esta canción: “…y nuestras dignas sucesoras, cantarán al ser mayores, ¡por ti vota la mujer!”