Habíamos cenado showarma, como tantas veces, en la Ilustre Víctima. Tras esto, caminamos a la Alameda para tomar algo. Como hacía bastante calor, ya que esto ocurrió hace un par de semanas, pensábamos estar en la calle, algo muy normal en esta bendita ciudad.
Llegamos “al Central”, me encamino a la ventana, y la chica me dice que por favor pida por dentro, pero no me da más explicaciones. Entro al bar con otro amigo, pedimos mientras los otros se quedan fuera, hasta aquí todo es muy normal, me hago sitio en la barra, pido, pago… Vamos a la puerta con todas las bebidas y… ¡Sorpresa! No podemos salir. Hay un tipo en la puerta que me dice que no puedo salir con “copas” Yo, mujer razonable y a veces algo tecnicista le digo que solo son un par de cervezas, pero no hay tu tía… El verano pasado me había pasado algo así cuando a la una y media te quitaban el velador, pero que no me dejaran salir… y máxime estando toda la puerta llena de gente. Mis otros dos amigos entran, bien, ya estamos secuestrados los cuatro, ahora hay que hacer “Acción evasiva”… Esta visto que negociar no funciona… Entonces, cual tebeo de Mortadelo y Filemón, se me enciende la bombilla…
-¡Hay otra puerta!- Mis amigos celebran mi idea, Casi ni nos habíamos dado cuenta porque aquello estaba tan llenísimo de gente que apenas la veíamos, llegamos con dificultad y… Que se le va hacer, yo no soy tan inteligente, había otro tío allí. Era surrealista, por primera vez en mi vida no quería estar en un bar. Estaba llenísimo de gente, de humo, apenas había un rincón para estar parados tranquilamente, pero no podíamos salir, ¡estábamos secuestrados! Tirado por tierra el plan B, mi amigo Kike tiene una nueva idea, basada como no, en la picaresca sevillana… La cuestión era dejar las bebidas en la ventana del bar, salir tranquilamente por cualquier puerta, y volverlas a coger una vez fuera… Tras cuatrocientas repeticiones mías de: “que no, que no va a funcionar, que nos la van a quitar, que lo mismo el de la puerta nos dice algo…” Mi amigo se cansa de oírme, pone su botellín en la ventana y se va a la puerta. Al poco aparece al otro lado. Convencida empíricamente ya, le largo mi cerveza y salgo distraídamente… Y así lo fuimos haciendo todos, saliendo de uno en uno disimulando no sé el qué… La situación era tan kafkiana que una vez que estábamos todos fuera no pude evitar la broma de decir:
-¡Corred y no miréis atrás!- Estas cuestiones legales rozan lo absurdo, ya que imagino que al cumplir escrupulosamente eso de no beber en la calle, podíamos estar infringiendo otra norma, ya que estábamos rebasando el aforo del local… Pero lo mas estúpido de todo es que la ley se llame popularmente Ley Antibotellón (que por cierto, en Sevilla decimos botellona, que la botella es femenina) es que a pocos metros, en La casa de las Sirenas, había muchísima gente haciendo botellona, como hacía yo misma cuando era mas joven. Desconozco si el local tenía licencia de veladores, aunque en esta zona casi todos los bares la tienen, y debo decir que tampoco era muy tarde, no serían más de las doce y media, muy normal para un viernes.
Yo no sé si el fallo está en la ley, en la forma de aplicación o en la de ejecución pero si en Sevilla no te puedes tomar una cerveza al fresquito, algo falla.
Llegamos “al Central”, me encamino a la ventana, y la chica me dice que por favor pida por dentro, pero no me da más explicaciones. Entro al bar con otro amigo, pedimos mientras los otros se quedan fuera, hasta aquí todo es muy normal, me hago sitio en la barra, pido, pago… Vamos a la puerta con todas las bebidas y… ¡Sorpresa! No podemos salir. Hay un tipo en la puerta que me dice que no puedo salir con “copas” Yo, mujer razonable y a veces algo tecnicista le digo que solo son un par de cervezas, pero no hay tu tía… El verano pasado me había pasado algo así cuando a la una y media te quitaban el velador, pero que no me dejaran salir… y máxime estando toda la puerta llena de gente. Mis otros dos amigos entran, bien, ya estamos secuestrados los cuatro, ahora hay que hacer “Acción evasiva”… Esta visto que negociar no funciona… Entonces, cual tebeo de Mortadelo y Filemón, se me enciende la bombilla…
-¡Hay otra puerta!- Mis amigos celebran mi idea, Casi ni nos habíamos dado cuenta porque aquello estaba tan llenísimo de gente que apenas la veíamos, llegamos con dificultad y… Que se le va hacer, yo no soy tan inteligente, había otro tío allí. Era surrealista, por primera vez en mi vida no quería estar en un bar. Estaba llenísimo de gente, de humo, apenas había un rincón para estar parados tranquilamente, pero no podíamos salir, ¡estábamos secuestrados! Tirado por tierra el plan B, mi amigo Kike tiene una nueva idea, basada como no, en la picaresca sevillana… La cuestión era dejar las bebidas en la ventana del bar, salir tranquilamente por cualquier puerta, y volverlas a coger una vez fuera… Tras cuatrocientas repeticiones mías de: “que no, que no va a funcionar, que nos la van a quitar, que lo mismo el de la puerta nos dice algo…” Mi amigo se cansa de oírme, pone su botellín en la ventana y se va a la puerta. Al poco aparece al otro lado. Convencida empíricamente ya, le largo mi cerveza y salgo distraídamente… Y así lo fuimos haciendo todos, saliendo de uno en uno disimulando no sé el qué… La situación era tan kafkiana que una vez que estábamos todos fuera no pude evitar la broma de decir:
-¡Corred y no miréis atrás!- Estas cuestiones legales rozan lo absurdo, ya que imagino que al cumplir escrupulosamente eso de no beber en la calle, podíamos estar infringiendo otra norma, ya que estábamos rebasando el aforo del local… Pero lo mas estúpido de todo es que la ley se llame popularmente Ley Antibotellón (que por cierto, en Sevilla decimos botellona, que la botella es femenina) es que a pocos metros, en La casa de las Sirenas, había muchísima gente haciendo botellona, como hacía yo misma cuando era mas joven. Desconozco si el local tenía licencia de veladores, aunque en esta zona casi todos los bares la tienen, y debo decir que tampoco era muy tarde, no serían más de las doce y media, muy normal para un viernes.
Yo no sé si el fallo está en la ley, en la forma de aplicación o en la de ejecución pero si en Sevilla no te puedes tomar una cerveza al fresquito, algo falla.
29 comentarios:
¡Ay Tremendo de mi alma!
La otra pregunta sería ¿Cómo lo hago para pedirme la segunda cerveza? Pues a lo mejor yendo a otro sitio donde te puedas tomar una cerveza tranquilamente que la gente no de voces que puedas acercarte tranquilamente a la barra, enseguida te sirvan sin mojarte los codos o las mangas, que no haya que esperar cola en los servicios, poder fumar o no fumar, en fin mil cosas. Pero si estos bares existen y funcionan, será porque en el fondo nos gusta la marcha.
Anda que no os lo pasasteis bien ni ná.
¡La Ilustre victima!
¿Sigue estando el negro con un paquete en lo alto de la cabeza? En plan porteadores de las películas de Tarzán... esa ilustre victima, la que siempre se caía por el barranco...
en los tiempos en que los bares en casas abiertas a la calle, presidía la entrada junto a un reloj de pares al estilo Alicia en el País de las maravillas...
En mis tiempos de rondas pafeteras lo marcábamos con una equis....
¡¡¡a la botellona del tirón!!!
(aunque sea por joder a los porteros de pubs)
Saludos
Antonio
Es más complejo que lo que diré... Pero la Ley antibotellón pretende impedir el quiebre de muchos locales que viven de este negocio. Si dejas de pagar el doble o más que en un super, el gobierno deja de ingresar.
Una anécdota muy divertida... Me la apunto por si me pasa algún día. ¡Un abrazo!
Buaaa que fuerte! q hablamos de tomarte una cervecita en la puerta de un bar, al fresquito....
Aqui somos tos lelos...y encima por ahi gente hasiendo botelloNA (porque opino como tú)
Deberían de cambiar mucho las cosas, entre otras los precios de las bebidas en pubs y discotecas. Son un abuso!
Un besito guapetona!
A mi que me dejen de royos que mientras pueda beberé fuera haciendo todo lo posible porque me salga barato...¡lo siento por los hosteleros! Me gusta la calle y mi economía brilla por ser menguante, así que...¡es lo que hay!
Bicos...
que lindo lo que leí...
Pues yo soy tu y me iba a la Casa de las Sirenas si, como dice, estaba llena de gente haciendo botellón.
El problema de esta ley antibotellón, de la ley antitabaco y de todas estas leyes anti- es que parece que cada uno las aplica a su antojo y conveniencia; empezando por los mismos que las aprueban (creo, no estoy seguro, que la antibotellón en concreto es ilegal hasta que no se haga un botellódromo).
Pero bueno, estamos en lo de siempre. Saludos.
Buenas tardes querida caos.Yo creo que es un problema bastante más fuerte,lo principal es que los vecinos puedan descansar.
Ahí esta una de las cuestiones junto con el precio que algunos locales ponen a sus bebidas.
Tal es la crisis que la botellona es lo más ecónomico.
Mis cavilaciones son ¿porque no podemos disfrutar de nuestra Sevilla tomando una copita dónde nos apetezca?.
Tendrían que hacer algo,el botellodromo la verdad es que es una caca maraca.Un poco más y nos llevan a Barbate.
Yo optaría por el rio,por poner chiringuitos y que la gente disfrutase sin molestar a nadie.
Todos nos quejamos pero¿que harías si pusieran un bar de copas debajo de tu bloque y no te dejara descansar ...........?.
En fin cavilaciones que sólo llevan a que bebas en un garito sin poder salirte ........
Seguiré cavilando como no ......
Si yo hubiera estado en tu lugar mi sistema hubiera sido el siguiente: como siempre llevo bolso, botellín, copa o lo que sea, al bolso y pa la calle. ¡Anda que no he salido veces con copas de bares y discotecas! Jajajaja.
Yo me habría ido también a la casa de las sirenas a beber en condiciones, es decir, al aire libre, a buen precio y de calidad. Porque os oigo quejas acerca de los precios, pero para mi lo peor es que te estás bebiendo, en el mejor de los casos, aguarrás. Vaya mierda de garrafón que nos meten y por 6€, ¡flipa!
Un beso a todos.
El tomarse una cerveza en la calle forma parte de nuestra cultura.
yo ya he llevado a cabo todos esos metodos, el del bolsito y el tuyo y es que el ingenio es básico en estos casos, ji,ji.
para mi sinceramente es una pena ya no ver la Alameda con ese ambiente alternativo, que es como siempre nos han llamado los pijos a los que nos salimos de la norma, para despues a eso de las 5 y algo acabar en el Fun Club.
Besitos.
Que pasen este tipo de cosas, aquí en Sevilla, me parece totalmente surrealista, pero, porqué será que no me extraña....
Un besazo gata
Buenos días a todos; ya sabéis que a veces me demoro pero es que estos días son complicaditos…
Dama, cuando colgué la entrada me acordé de ti y del Tremendo, pero lo suyo es que lo dijeras tú.
Lúz de gas, la respuesta, evidentemente es: en otro sitio. Es verdad lo que dices de que nos va la marcha, pero siempre que se pueda entrar y salir. Yo de todas formas soy mas del República, y desde aquél día mas aún.
Antonio, muerta me has dejado. No, el negro no está; pero como soy muy despistada la próxima vez me fijaré bien. De todas formas La Ilustre ha estado de obras hace poco y aunque no ha cambiado mucho lo mismo ha influido o algo… Sobre lo de los porteros de pubs, lo mas gracioso es que El Central tenga porteros porque eso no llega ni a ser un pub… es un garito lleno de gente, simplemente.
Sergion, la gracia es que ni estaba haciendo botellona ni lo pretendía. Simplemente quería tomar en la puerta del bar la cerveza que había comprado dentro; pagando su correspondiente precio.
Ainoha, totalmente de acuerdo contigo, estamos permitiendo que se criminalice algo que por lógica no puede serlo. Y los precios de las copas… eso casi es una lucha perdida.
María, hippy trasnochada siempre, jajaja Cuando pasemos todo esto ya quedaremos para bebernos lo que sea dónde sea…
Otra vez a viajar al olvido, muchas gracias por tu visita, vuelve cuando quieras.
Du Guesclin totalmente de acuerdo contigo; y eso fue lo que hice, una vez rescatada mi bebida nos fuimos a tomarla a La casa de las Sirenas, puestos a ser ilegales…
Canina, en la parte que yo estaba muy poca gente vive, y muchos son los propios dueños de los bares que tienen la casa arriba del negocio; y si me apuras, cuando uno vive en un sitio así sabe a lo que se expone… Durante muchos años tenía un bar debajo de casa, con todo lo que eso implica, pero nunca se nos ocurrió quejarnos, tal vez porque asumes que en esta ciudad en verano, lo mas normal es que la gente esté en un velador tomándose algo. Yo la verdad no creo que pise el botellódromo porque ya se me pasó la edad, pero la idea del río si que me parece buena; aunque claro, tal y como está el tema, seguro que alguien se quejaba…
Zapateiro, yo también hacía eso antes, pero no veas que llenísimo llevo el bolso últimamente… Para meter un botellín allí habría que tener estudios superiores de cálculo y trigonometría, además de que estaba abierto y llenísimo, se habría derramado como poco… Lo del garrafón es cierto y tristemente es algo que sobre todo notas al día siguiente, cuando ya no tiene remedio…
Pues si Tarnishí, con lo grande que era en invierno estar haciendo botellona y comprarte unas castañas… Ya lo decía el Pali, que la Alameda iba a cambiar…
Seguramente Herodes, no te extraña porque aquí nunca pasa nada, salvo lo que no debería…
Kisses
Hola,
Anímate a seguir la historia. Tod@s te estamos esperando.
Besos.
Gata mia, pasate por casa, que tengo algo para tí. Un besazo
Vaya historia curiosa y graciosa. Lo cierto es que el tema es bastante controvertido. Por un lado, estamos los jóvenes que nos encanta estar en la calle tomando una copita, y por otro lado están los vecinos que quieren descansar en sus casas como es normal. Creo que habría que buscar el equilibrio. Al igual que pienso que también tendríamos los jóvenes que saber comportarnos cívicamente en la calle, cosa que en gran medida brilla por su ausencia.
Un beso.
Está claro que algo falla querida Gata, pero la Dama me ha quitado la idea que tenía en la cabeza: tan sólo hay que ver lo ocurrido en el Tremendo.
Hay dos situaciones extremas: el vecino y el que sale. Personalmente creo que ambos podrían convivir dentro de un clima de mutuo respeto. ¿Cuando aparece el problema? cuando esto no se lleva a cabo.
Luego aparece la Ley Antibotellón (que yo estoy de acuerdo contigo y debería ser Antibotellona). Aquí empieza un desvarío algo preocupante que se va de las manos. No se puede beber en la calle, pero estamos hablando de una ciudad en la que actualmente, e incluso semanas atrás, apetece estar en la calle y disfrutar de la noche y su tibieza. Evidentemente, y como bien has señalado, algo falla.
Lo del Botellódromo es otra historia más extravagante aún. Un lugar apartado del centro (según algunos periódicos se rechazó la idea del río por los bloques que perciben el ruido), para que no se moleste a nadie donde todo el mundo bebe... ¿habrá sucursales de bares con veladores?, ¿pondrá Las Columnas mesas altas allí?, y lo mejor... si está apartado de la ciudad: ¿habrá que coger el coche para beber y luego pasar controles de alcoholemia?
En fin... seguiremos sacando las bebidas por la ventana.
Un fuerto beso querida Gata.
¿El República? ¿Cual es?
Me ha gustado tela eso de Botellona!!!Claro que sí...en fin,creo que tengo suerte...porque no bebo alcohol...imagino que con un Trina no me pondrían trabas,verdad?''
El central... Mala señal, hace tiempo que no salgo de casa que ni me doy cuenta que ya no se puede beber en la calle.
La última vez que fui a la Alameda fueron para las jornadas de rol.
bien, el truco está en llevar un embudo con una botella en el bolso de mary-poppins. jajjajajja aunque la cerveza non sé yo si sale bien pará.
Estas leyes de abstinencia... non saben con quien se la están jugando
Y sobretodo cabrea que en la tele local digan botellón, ¡oiga! aquí se hace botellona. Y la ley es la ley anti botellona. Del Gordillo a Bellavista.
saludos
Antonio
Y tanto que algo falla. Ya no saben que inventar para tenernos más atontados. En Andalucía siempre se ha vivido en la calle, y así debe seguir siendo.
Tú di que sí.
Besos.
En Sevilla no creo que falle nada. Es que la tengo idealizada. Son los efectos de ver la Giralda de noche y de comprar demasiados recuerdos. Pero qué te voy a contar a ti!
Un (b)eso...
No me pongas el cuerpo malo, que tenía pensado tomarme una cevercica contigo y en la calle.
Besicos
No sabía que ya estaba así el tema. Si hasta en un sitio como ése empiezan a andarse con estas cosas mal vamos.
Una cosa que se me había olvidado es que en elguno de esos bares no hay música pero se habla pegando voces. Te puedes quedar ronco
Esta la cosa cada vez peor, nos recortan las libertades cada vez más, como el cierre del Tremendo, algo impensable hace no tanto tiempo. O la opinión pública nos ponemos las pilas o nos van a tener más dirigidos que nunca, parece que Isabel la Católica se ha reencarnado en nuestros gobernantes.
PD: vi tu "posit" en el blog de h., gracias por tu comentario, cuando tenga un rato del que ahora no dispongo escribiré otro.
Con demora, como últimamente, vuelvo. Entre lo divino y lo humano estoy sin tino… Por eso es de agradecer que cuideis el caos y os paséis cuando a veces ni yo lo hago.
Nosotras mismas, ya entré y aporté algo pero a ver como acaba con tanto recorte…
Herodes, entre el tiempo y el despiste no lo seguí, espero que me perdones.
Pues si Híspalis, lo de las posturas contrapuestas ya se ha hablado pero es cierto que parte del problema es que debido al incivismo de algunos se generaliza y se criminaliza a todo el mundo.
Totalmente de acuerdo contigo Aguaó. Hoy leí un artículo sobre el botellódromo y es más absurdo de lo que parecía. Veremos en que acaba la milonga. Lo mas gracioso es que ni recuerdo cuando fue la última vez que hice botellona, y sin embargo fíjate…
Lúz de gas, es ese tan total con luces de colores que cambian el color del local, dónde las paredes se mueven, hay Internet gratis y mil cosas más que me encantan. Está en la Alameda muy cerca de Casa Paco.
Orleáns, la verdad es que ni idea. Como ya no entiendo nada lo mismo tampoco te dejaban, porque seguro que con un Trina también alteras el orden.
Mordisquitos, la verdad es que yo tampoco sabía que la cosa estaba tan extrema…
Lady, lo del bolso ya lo tengo y lo que dices es cierto, no saben con quien están tratando, jejeje
Si Antonio, aquí no importa auna identidad tan nimia como esa, aunque luego en la calle sea lo que se diga…
Totalmente de acuerdo Pedro, afortunados somos de poder hacer tanta vida en la calle pero claro, luego viene el sistema y…
Ego, me tendrás que decir de dónde eres tú. En Sevilla fallan mil cosas, y otras mil son maravillosas… No es tan idealista pero también es cierto.
Tranquila Nani, que esta gente solo tiene extraños prejuicios contra la noche… De día podemos tomarnos las que sean, y si se hace tarde ya idearemos un plan de fuga.
No veas Ludwig, y parece que como decía Quevedo “sólo puede ir a peor”
Sevilla calling, miedo me dá la cosa, y alegría volver a verte por aquí. Esperaremos tu nuevo paseo.
Por cierto, Jesús, me dijeron que intentaste comentar pero al final no… No importa pero gracias por entrar conmigo cuando nos secuestraron y gracias sobre todo por la foto. Por cierto Lúz de gas, está hecha en el República aunque apenas se ve mucho el sitio.
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