jueves, 27 de noviembre de 2008

Get back



Me atrapó tanto desde el principio, que como a tantos otros lugares, me prometí volver. Me lo prometí a mí misma desde la segunda planta de un autobús viendo alejarse Carnaby Street, me lo prometí delante del Matrimonio Arnolfini y comiendo un sándwich sentada en el césped de Sant James Park. Me lo juré delante de un músico callejero que aprovechaba la fantástica acústica de la boca de metro del Big Ben, y delante de La Piedra Rosetta. Recordando aquél viaje, hace ya un par de veranos, creo que me lo prometí en casi todas partes, en un barco en el Támesis, en el ascensor de Harrods, en los paseos por Kensington Garden, en aquel pub mientras un guitarrista cantaba canciones de los Beattles, e incluso delante del imponente estadio del Arsenal, por aquél entonces nuevo.

Desde aquella mítica azotea del edificio que también dio nombre a ese gran disco, los cuatro de Liverpool invitaban a regresar, igual que a mi me ha invitado una amiga a pasar el weekend en la capital de los perros luteranos; muchas gracias, me moría por volver; y mañana por la mañana cogemos el avión… sólo rezo para que no me vuelvan a tocar niños maleducados detrás, como pasó la última vez.
Aunque solo serán tres días, espero que no me descuidéis mucho el tejado, que el caos no siempre se desordena solo…

Y como estamos en crisis, me llevo un abaniquito pero con menos ceros que el que puso Moe.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Alma desnuda


Son días rápidos, celéricos, días de confiar, y de enfados, y de morderse las uñas, y reír. Días de viajes que ya contaré, y de papeles, que se tocan y que son virtuales; de mal sueño y por supuesto de café y chocolate en pequeñas dosis. Y entre todo esto me gustaría pararme, pararlo todo, mirar a mi alrededor, y por otra parte no quiero ni puedo, tal vez sea mejor así, teniéndolo todo en el aire, para no agobiarme más. Y como intento mantenerme en la anestesia del pensar poco, me encuentro a Alfonsina dibujando su alma y ¿por qué no? La mía. Las letras son suyas, que ya me gustaría a mi ser capaz de escribir algo así, pero al final es una trampa, y acabo pensando…


ALMA DESNUDA


Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola,
Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola.

Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.

Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares.

Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla.

Alma que cuando está en la primavera
Dice al invierno que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera.

Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.

Alma que a ratos suelta mariposas
A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice: libad sobre las cosas.

Alma que ha de morir de una fragancia
De un suspiro, de un verso en que se ruega,
Sin perder, a poderlo, su elegancia.

Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega.

Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.

Alma que siempre disconforme de ella,
Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.


Alfonsina Storni



miércoles, 19 de noviembre de 2008

El peso de un recuerdo


Me habían hablado de él mucho y bien. Me habían contado que vendría como voluntario al taller ocupacional cada mañana, pero yo aún no lo conocía.
Andaba yo en mis cosas, seguramente con algún contrato, cuando entró y se acercó a mi mesa. Se presentó y yo hice lo mismo. Le comenté que me habían hablado de él, y estuvimos charlando un rato. Me preguntó por mis prácticas, por mi “profesión”, hablamos de muchas cosas. Le ayudé a entenderse con la máquina de café y cuando ya se iba, al torcer la esquina se quedó quieto y me dijo:
- Eres muy simpática, y me has caido muy bien, de verdad – yo le agradecí sus palabras pero el continuó – lo malo es que tal vez mañana no me acuerde bien de ti, así que no te extrañes si vuelvo a preguntarte algo de lo que hemos hablado hoy, o si no recuerdo bien quien eres… -
No pude evitar soltar una carcajada, él también rió. Le dije que no pasaba nada, que no se lo tendría en cuenta y que le recordaría quien era las veces que hiciera falta. No es el primer usuario que conozco con esta afectación pero si es el primero que me hace esta advertencia. Su memoria a corto plazo no está bien, y a no ser que el hecho se repita o sea muy importante, su cerebro no lo retiene.
Día a día, personas como él me enseñan cosas, a nivel profesional y personal. Consiguen que repare en lo insignificante y lo cotidiano, porque a pesar de mi mala cabeza, o de mi memoria selectiva, ahora valoro “el peso de un recuerdo”.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Duermen conmigo…




Cada día me meto en la cama con la intención de dormirme lo antes posible, lo juro. Muchas veces me “castigo”, sin tele, sin radio, sin distracciones; cierro el dosel, apoyo la cabeza, decúbito prono, y entonces…, las mil cosas que no te dije, la mirada de aquella señora, el mundo que se derrumba a mi alrededor, los días que no volverán, su llanto, lo negro, ese grito, las mil tonterías que te dije, el mar que quedó atrás, el rasgueo de aquella guitarra, el desafío que no me lanzas… Me doy la vuelta, saco el antifaz de debajo de la almohada, respiro y entonces me asalta… el frío que se me quedó en los huesos, el papel que perdí, las raíces de la tierra, los viajes que no tendré tiempo de hacer, las insuficientes horas de la jornada, el rayón en un CD, mi sangre, la sangre gris de cada minuto… Me giro para el otro lado, el eco, el vaso de plástico, las páginas que arranqué, el teléfono, la sombra… Alzo una mano, a tientas, con la gasa enredada en los dedos le doy al botón, una hora, sólo una hora de radio, entonces llegan los fantasmas, la saliva que tragué, el odio que sentí, los arañazos, el veneno, los desaparecidos de Argentina, la tinta invisible, los problemas que arrastro… Decúbito supino, no entiendo que tanto cansancio no encuentre un fin, una “nada” en la que perderse, un descanso a tantas palabras absurdas que digo, que leo y que escribo, con las que confundo, con las que me mienten… Descansar de escuchar al de la tribuna, ignorar todos sus ojos, ahogar un grito, respirar más lento, buscar la calma, quemar las crónicas, volver al blanco y negro, dejar de recordarle, soltar lastre, pegar el portazo, borrando todos los anteriores, olvidar lo que se quiera y sentir que yo puedo… Vuelvo a girarme, vuelvo a reencontrarme con ese cristal, con el agua y el golpe sordo, y el discurso vacío, las ganas de llorar mientras se ríe, el suelo ajedrezado… Sus teorías, mis miedos, me he vuelto a girar, enredada en las mantas, es una maraña de todo, de sentimientos, de las cosas que creí desechadas, de las que no puedo detener, desfile de personas azules y grises, amasijos de pensamientos, de cosas que no me pienso callar…

Todos duermen conmigo, tal vez de ahí mis problemas de sueño.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Sin fuerzas para la leche fría


Pedimos dos cafés con leche, y aparece esa pregunta “¿Leche normal?”; respondemos que si. Mentimos piadosamente, con la naturalidad del hábito. A las dos nos gusta con leche fría, pero total, es un gasto de saliva, un esfuerzo inútil la mayoría de las veces, ya que no nos suelen hacer caso, y tomamos los mismos cafés hirviendo que todo el mundo. Enfrentarte a la decepción de que el camarero te ignore no es algo para lo que todos los días se tengan fuerzas. En cambio otros días si que lo pedimos, y a veces hasta nos hacen caso. Pero hoy es miércoles, y estamos en el bar que yo he acuñado “De los tíos torpes”. Me parece que es un nombre bastante descriptivo, pero a pesar de eso, por si aún alguien no lo ha pillado, son eso, tres tíos que llevan un bar, a cada cual más torpe. Pero da igual, lo bueno es que es miércoles, y volvemos a estar juntas en un aula. A veces cuesta acudir a esa cita, justo en el ecuador de la semana, pero todos los miércoles me acabo alegrando. Mi partener de la leche fría sigue buscando su futuro, experta ya en la peor rama de esta profesión, me deja su experiencia, sus aciertos y sus fallos, que no evitarán que yo cometa los míos pero al menos te haces una idea. A la vez, quien me lo iba a decir, yo le dejo mi experiencia a mi conductora; un puñado de errores y algunas formas de salir de ellos, mejores o peores. Dudo que le sirvan pero se siente comprendida. La “chica de naranja” siempre está contenta, con sus niños, con su trabajo, con todos los días del año en que somos felices con nuestra gente; igual de feliz que la que pinta Mafaldas y Sirenitas todo el día, con los niños que más amor necesitan. Y evidentemente no todo es rosa, como esos papeles que hacen firmar exigiendo la confidencialidad extrema porque es triste pero lo afirmé antes, hay quien trabaja en la peor rama de esta profesión. El veterano acaba de firmar uno de esos compromisos, mira mi pantalla, papeles rotos sobre fondo negro “¿Ese es tu blog?”, le contesto que si, que ese es; “¡Pues escribe ahí que un amigo tuyo va a mandar el mundo a la mierda!”; escrito está, veo que va a tener un buen comienzo allá por ese pueblo de los Alcores que tiene un castillo… ¿estaré rompiendo su confidencialidad extrema al decir esto?.
Hemos arreglado hoy otra vez un poco el mundo, mas bien la sociedad. Como tantas veces lo hemos vuelto a hacer en el utópico verde de la pizarra; sabiendo que la tiza se borra, que la utopía está lejos, que la calle es otra cosa. Se echa de menos a quien nos hacía soñar, quien nos dejaba pensar que caerían papeles legales del cielo para todos, quien me contó que los discursos del viejo Comandante eran largos y la vida muy simple en realidad; pero de vez en cuando me manda un mail, y sé que está bien, soñando por otros mundos, con otra gente. Tal vez es como Mary Popins y otros niños le necesitan… (no puedo creerme que acabe de hacer esta comparación…).
Nos despedimos, a mi aún me queda un viajecito con Lu. El jueves cada una volverá a su lugar, yo a mi mesa con forma de L, ella a su ayuntamiento, la de naranja a sus pictogramas, la hippy a su pintura, la nazarena de San Pablo al amor de sus niños… y pasarán los días, hasta que volvamos a llegar a otro miércoles, como el pasado, como el de la semana que viene, y volveremos a estar juntas, aunque no siempre nos queden fuerzas para pedir la leche fría.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Premio I love your blog y Mejor disfraz

I love your blog

Desde América nos llegó oro, el chocolate y Los Panchos. También desde América llegó a mi blog una mujer homónima que tiene un carácter tan de aquí que parece haber nacido en la cava baja trianera. De ella he aprendido mucho sobre flamenco, arte, música… No contenta con regalar lo mejor que se puede dar a otro, conocimiento, ahora me entrega un premio.
Por otro lado, un poeta de radio, andaría desempolvando Olvidos y recuerdos de otros tiempos, otras vidas… y se topó con el mismo galardón, y decidió otorgármelo también.
Pero aquí no acababa la cosa, porque la chica de las croquetas que dejó antiguo aquello de “que llueva café” también decidió mandar al tejado este galardón.
Y cuando ya creía que no hay dos sin tres, resulta que tres sin cuatro tampoco. Ángela, mi futura abuela adoptiva ha tenido a bien dármelo de nuevo..
Yo se lo agradezco mucho a todos ellos, ya que aunque sea un juego, un figurado reconocimiento en formato JPG, siempre te da un pellizco que piensen en ti, bien por afinidad, bien porque el blog lo merezca o vete tú a saber porqué…

Así que como manda el protocolo para estas cosas:

REGLAS

1 Enlazar a la persona que te lo otorga
2 Enumerar seis cosas que nos hagan felices
3 Hacer constar las reglas
4 Elegir seis personas que continúen con el desafío
5 Avisarlos con un comentario en sus blogs.

Ahora vamos con el meme este que trae adosado y seis cosas que me hacen feliz; intentaré no repetir cosas de memes anteriores.

1 Tomarme un té rojo doble sin azúcar, a ser posible tomármelo conmigo misma.
2 Hacer las cosas bien, o al menos lo mejor posible.
3 Recibir mails (no digo cartas porque ya solo me escriben los del banco, MoviStar y gente de ese calibre) de amigos con los que no tengo trato diario.
4 Aprender; de cualquier manera, en clase, en un documental de TV, por la red…
5 Escuchar esa canción justo en ese momento que la necesito.
6 Regalar, sobre todo acertar con un regalo.

Ahora me toca repartirlo. Voy a intentar que no se repitan premiados aunque está algo complicado porque como siempre estas cosas son pandémicas, pero haremos lo que podamos.

A Héctor, porque me mato traduciendo su blog, porque me niego a usar traductores, porque no se cansa ni descansa, ha hecho del mundo su hogar, y a mí me da envidia a la par que alegría. No sé si ya andará por Argentina, no sé cuando tendrá Internet para recogerlo, pero sea como fuere, va para él.
A Coko, para inaugurar la repisa de los premios, que me parece que es el primero.

Otro se va para Cataluña, para Sergio, porque no pierde la ilusión por todo aquello que sabe que es importante.

Para el Jardinero del caos, por mantener podado el césped, y a la espera de que tenga tiempo de regalarle un enano de jardín le mando otra cosa para decorar.

A La verdad está ahí fuera (o afuera que diría Moe). Es un chico serio de la Amargura, y no sé si lo colgará, pero al menos es un reconocimiento a su trabajo diario en un rincón virtual de San Juan de la Palma.

A Nani, por eso, por ser Nani.

Decidí sólo hacer uno porque de otra forma habrían sido venticuatro premiados y venticuatro cosas que me hacen feliz, y me parece que eso ya es excesivo; así que tened en cuenta que todo esto anda elevado a la cuarta potencia.

Mejor disfraz

Por otro lado, tenía pendiente poner por aquí el premio de Halloween al Mejor disfraz, según la Radio de los blogueros.
Lo pongo con algo de vergüenza al recordar el “momento de Fernando y Ali”, pero en fin, muy agradecida en cualquier caso.

Y por hoy es todo, que ya no damos para más. Con el frío que hace no sé si brindar con champán o con un caldito…

lunes, 3 de noviembre de 2008

Cinco que no van conmigo


Andaba yo feliz y tranquila, paseándome por La sala de los espejos de Orleáns, cuando me di cuenta de que una vez más, me habían metido en un lío. Para no variar se trataba de otro meme; pero tranquilos, no os llevéis las manos a la cabeza, que la cosa no es grave. Además, viniendo de dónde viene no me puedo negar, y por otro lado, me resulta bastante interesante, la verdad.
Consiste en exponer cinco cantantes o grupos españoles que no te gusten, así que como la cosa tiene trabajo, me pongo a ello:

Productos OT: Me parecen detestables, todos, dentro y fuera de la academia. Dentro porque tengo que soportar que hagan versiones como la de Para la libertad… es que me pongo enferma al pensarlo, de Miguel Hernández a Serrat y de ahí a que lo juzgue Risto… final vomitivo para una de mis canciones favoritas. Y cuando están fuera, pues bueno, que se busquen la vida pero no cuenten conmigo, así que ni Bustamante, ni el Carrasco ni los de Nena Daconte que van de poperillos alternativos.

Camela: Y en el fondo me da pena porque son trabajadores y tal, pero no puedo, es superior a mí.

Andy y Lucas: Es tremendo lo que se puede llegar a poner de moda; a mí siempre me sorprendió que este dúo tuviera tanto éxito, pero para colmo de males luego han salido más de este tipo, como Los Rebujitos, Sinlache y vete tu a saber cuantos más que yo ni conozco.

Malú: No lo puedo evitar, y eso que en mi adolescencia cayó en mis manos su primer disco, pero no, esta mujer ha tenido suerte y muchos padrinos, pero ya está.

Amaral: Decir esto es casi pecado por lo visto, porque a todo el mundo parece gustarle, pero yo no puedo. La voz de Eva, que muchos consideran peculiar, a mi me carga, y muchas de sus letras me parecen de lo peor.

Aunque no lo parezca, no quiero ofender a nadie. Espero y confío en que todos sepan que esto es mi opinión, ni más ni menos.

Ahora viene el momento de pasarlos, pero tranquilos todos. Me gustaría que cualquiera que quisiera lo hiciera en su blog; aunque si hay que señalar alguno, me gustaría ver el de Ludwig, Zapateiro, Persa, y el General Du Guesclin, que como es un especialista en cabrearse, seguro que hace algo bueno.
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