martes, 23 de junio de 2009

Oda a la crítica



Más de una vez, cuando dejo por aquí algunos versos robados, muchos me dicen que no entienden de poesía, y a mí me hace gracia esto, ¿Qué entiendo yo? No tengo más estudios al respecto que los básicos, no tengo más cultura que la que dan pocos años y un puñadito de libros, yo sólo sé lo que me gusta y lo que no; sé lo que me trasmite, sé con qué me identifico. Reconozco lo que me da alas, lo que me hace soñar, lo que me recorre el alma y me conforta en ocasiones.
Por lo visto, no soy la única que lo entiende así, y hoy repetimos autor para demostrarlo. Con su maestría y genialidad, Pablo Neruda cuenta como los críticos y entendidos, los estudiosos y duchos de la materia, maltrataron su poesía, como le hicieron mil tropelías para concluir en que no era lo suficientemente interesante, y como él, prefería a la gente sencilla, los que acogieron y entendieron sus versos, los que se enamoraron con ellos, durmieron junto a sus rimas y las integraron en la cotidianidad de sus vidas. Por eso, seguramente yo no seré crítica o experta en nada, pero mientras un poema logre arrancarme ese sentimiento indescriptible, podré ser de esas personas que tendieron la ropa en una línea…
Para rematar, a las palabras de Neruda le pone voz otra de mis grandes debilidades; y es que a veces, todo se conjura para rozar la perfección.


jueves, 18 de junio de 2009

Palabras…


Se ha vuelto a proponer que los internautas, mediante sus votos, elijan su palabra favorita en español. Cada vez que oigo, leo o veo algo relacionado con la noticia me paro a pensar cuál sería mi palabra…
Intento pensar cuál es la que mas repito, y si eliminamos algunos tacos creo que sería algo tonto tipo “realmente” o cosas así… De todas formas, eso mejor que lo digan los que más me escuchan…
Intento pensar en palabras que me gusten por su sonido… liberto, acritud, cirro, cretino, lontananza, amante, paradoja, obviamente… Tal vez no me gustan por su sonido, sino por como suenan. También podría ser alguna que me guste por su significado, abrazo, paz, aprender, solidaridad, mar, confianza, hermandad… u otras por significado no literal, sino asociado, vamos, que se lo asocio yo, como noche, café, música, ordenador, río, cine o copa…
Le doy vueltas a estos últimos días, y recuerdo que tal vez, la que engloba todo, sonoridad, sentido, significado… es la que se eligió el año pasado; AMISTAD

lunes, 8 de junio de 2009

Quise ser


No sé si era una niña macabra, pero cierto es que rondando los siete u ocho años quise ser criminóloga, investigar pruebas, sangre, arañazos y balas… Si, quería. Luego, con nueve o diez quise ser abogada penalista. Después de haber visto todas las películas de crímenes y asesinatos que mis padres me habían permitido, comencé con el género que en mi casa se denominó “de juicios”. Imagino que a base de ver tantas, creció mi extraña pasión por las salas, las togas, y quizás en esas películas los abogados penalistas no siempre salían bien parados, o tenían vidas personales patéticas… O simplemente mi ambición cada vez menos infantil se disparó, y pensé que un fiscal mandaba más que un penalista y se pringaba menos que un juez. Finalmente, a los doce años, acabó mi carrera letrada, y decidí que sería periodista.
Hoy en día me encamino a algo bien distinto, la profesión que yo no elegí, fue la que me eligió a mí, y quizás eso sea lo que más me impresione. Ha sido lo que más me ha llenado hacer y estudiar en mucho tiempo, ha sido donde más útil me he sentido, donde más llena he estado, y tiene un exponente que la potencia; he probado sinsabores, he encontrado gente totalmente opuesta a lo que se supone a estos profesionales, e incluso he comprobado lo duro que es encontrar zancadillas, y a pesar de ello y de ellos, no se me han quitado las ganas; sigo pensando que es lo mío.
Hace unas semanas, un amigo se debatía dura y opuestamente en su futuro profesional tirado en el césped a la orilla del Guadalquivir. Otro tirado le dijo que recordara su profesión primera, la que quería ser de niño, y esa sería la correcta. Yo comencé a contar mi pasión por la criminología y todos se reían. Entonces, hice un enorme esfuerzo de memoria, y recordé que antes de eso quise ser otra cosa: quise ser escritora. Me parece que tardé poco en abandonar esa idea, me dijeron que aquello no era una profesión, y sin embargo, desde entonces y hasta la fecha, nunca he dejado de escribir.

jueves, 4 de junio de 2009

Crónica de una muerte anunciada


Para mí, tal vez el principio del final empezó muy lejos de Sevilla. Acababa de llegar a lo que en aquel momento me pareció el techo del mundo, la barrera con el cielo, y la posibilidad de tomar aquella ciudad. Viendo Roma de aquella forma impresionante, se hacía real la letra de la canción que en tiempos usó nuestra compañía telefónica, la mía y la de quien me hablaba… No había montaña lo suficientemente alta ni valle lo suficientemente hondo… Desde la costa onubense me llegaban noticias de nuevos fichajes. Departí con mi hermano la información obtenida… No parecía del todo descontento, y yo pensé que lo mismo este año no iba a ser como los tres anteriores, este año iba a ser diferente para el Betis. Lo pensé con el viento dándome en la cara aquella tarde de un Agosto que se extinguía, y lo mismo San Pedro o alguna deidad romana me echaba una mano.
Lo que vino después, pues para qué decir. Se ve que los dioses paganos se olvidaron de nosotros en más de una ocasión. Llegó aquella frase de “Jugamos bien pero no ganamos”; no me pareció incierta del todo, lo malo era que cuando jugábamos mal el resultado no era mucho mejor. Vinieron muchas tardes malas, y muchas regulares. Llegaron cambios que cada uno juzgará si fueron buenos o malos, y de llegar llegó lo peor… Una vez más nos vemos en Segunda, y una vez más sentimos la impotencia de saber de donde nacen muchos problemas, y eso, perdón por la expresión “es una jodienda”. Y con esto no digo que haya que ir a insultarlo a la puerta de su casa, más que nada porque es inútil, pero tal vez, si nos plantáramos en serio… No sé, si nos negáramos a seguir en el juego de este señor, si ningún socio renovara su abono, si se le hiciera un vacío que hasta a él le doliera, entonces tal vez nos soltara las cadenas. No lo sé la verdad, no hablo yo, habla la resignación a medias con la desesperación de lo que hace poco dijo otra bloguera bética como es Zapat en el blog de otra idem (Dama), porque lo peor de esta situación es que tal vez el sacrificio no merezca la pena, no va a arreglar nada…
En fin, veremos que nos depara la temporada que viene, un añito en el infierno, o tal vez en el purgatorio; al fin y al cabo también Orfila entona el “mea culpa”.
En su última entrada, y como él, muchos vamos a purgarnos una vez más… Y mientras tanto… ¡con el Manquepierda siempre!
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