domingo, 27 de enero de 2008

Mi edificio



Yo vivo en un edificio con muchos vecinos, algunos más pobres, otros más ricos, jóvenes y viejos, pero intentamos llevarnos bien y más o menos vamos tirando. Tenemos un presidente de la Comunidad, un caballero setentón y muy importante según dicen, yo no lo tengo muy claro porque nunca he entendido bien lo que hace. Él no paga nada, por lo visto es nuestra obligación porque él hace mucho por nosotros… Yo no lo tengo muy claro, en mi edificio casi todo lo resuelve un administrador que tenemos, un chico de León de ojos claros. El caso es que el presi tiene un hijo, un cuarentón con dos hijas, casado con una muchacha bajita de pelo claro. Por lo visto él algún día será nuestro presidente. Parece raro que en el siglo XXI no funcione todo por algo democrático como el sufragio universal. Siempre que digo esto mi mamá me dice que si se eligió pero por lo visto en aquel tiempo mi comunidad no pasaba por un buen momento, y además me parece que de eso ha pasado ya mucho tiempo.
Todos viven muy bien. Cuando su hijo se casó pagamos la boda entre todos aunque casi ninguno fuimos invitados, él nos mandó unos videos y unas cosillas para que viésemos que bien había salido todo y lo bien que se lo habían pasado.
Pues resulta que nos ha mandado unos videos ahora, contando lo bien que está con sus hijas, y lo felices que son. Muchos parecen estar muy contentos pero yo la verdad es que no sé, será que estoy tan ocupada que no me alivia ni reconforta en nada ver como leen cuentos en una mesa de camilla años sesenta, o como la mal educada de su hija mayor monta en bici…. No quiero que nadie se ofenda, pero yo a veces me siento ofendida cuando me intentan vender cosas así. Tener la sangre tan tricolor choca con la prensa cortesana que inunda los medios, y tampoco hay que ser extremista, no le deseo ningún mal a nadie, pero no voy a dar palmas por un montaje, porque dudo mucho que tengan esos muebles que de humildes rozan lo cutre…
Si acaso otro día podría entretenerme en contar cuando el hijo se independizó, y le construimos un chalé en el ático. A mi también me gustaría independizarme así pero se vé que en la aldea global en la que vivimos, aún importa la cuna.

miércoles, 23 de enero de 2008

CAOS




Me levanto, café, me quejo, tráfico. Llego a ninguna parte, el frío, el suelo, sonrío y pienso. Las uñas, los latidos, el viento, gesticulo, la acera, el dinero. Todas esas respuestas... Escucho, camino, olvido, mi mano, la identidad, la niebla, el techo. Oigo, recuerdo, salto, me araño, el bolígrafo. Rebusco, río con ganas, el rimel, bajo, ayudo, un grito, subo. Comento, prohibido, te veo, cohesión, lento. Ahora, cargada de la inseguridad más segura, lloro por dentro. Me llaman, piso, lamentos, papeles rotos, el eco, la pantalla. Río sin ganas, los guantes, la música, ahora rojo, te olvido. La plata, asiento, leo, respiro, te recuerdo, ahora verde. Tacho, hago clic, oigo sin escuchar. Las sombras, el arte, la comida, el calor, la gente, el camino, me duele, me duele mucho. Escribo, bebo, me miras, obedezco. El incienso, hablo en broma, me agobio, el té, la pared, el champú, bailo, añoro. Me revelo, hablo en serio, el silencio es negro e infinito. La rueda, Sabina, las velas, sueño, la sangre, el móvil. ¿Por qué me has preguntado eso? Deprisa, lo “normal” y lo correcto, crujidos, la melancolía es tan grande como la memoria del pen drive. El agua caliente, un suspiro, miento, me pierdo, el caos. A veces lloro mientras duermo, digo la verdad y muerdo. Lo subreal, canto, extraño, caigo, mi ropa, los bares, me desconcierto, llamo. Viajo, reprendo, la radio, abandono, calcular, los cuchillos, los milagros, un portazo, el abrigo, Neruda, el perfume… Me quedo quieta, Internet, la utopía. Mi taza, la filosofía, las escaleras, lo hecho, la rama, los libros, la ideología, los locos, la noche, lo que se olvida. Palabras que mueren, el humo, el alba. Lo desconocido,las piedras, los cuerdos a los que no entiendo, la anarquía, el ruido, lo que me cuestiono, lo que encierro, la ceniza. El fucsia de las sábanas, duermo, quizás muero, doy vueltas, mi dosel, mañana… mañana otra vez, todo y nada…
¿Será esto vivir o simplemente estar viva?

domingo, 20 de enero de 2008

Clases, cursos, nervios y nada de vocación



Puedes preguntar a miles de niñas que qué quieren ser de mayor, y muchas te dirán que maestra o profesora. Yo nunca he respondido eso. Con seis o siete años quería ser abogada, en otro tiempo escritora, más tarde periodista y hoy en día de mayor me gustaría ser feliz… El caso es que desde que mi madre tiró mi pizarrita con tizas de colores, no volví a tener contacto con eso que hoy en día muchos llaman “la docencia”. Pero resulta que entre el viernes y el sábado he tenido dos días en los que he tenido que dar una “clase” y un “curso” por llamarlos de alguna manera. He pasado nervios, en ocasiones porque no todos me dieron las mismas facilidades, y no sólo a nivel material. En ocasiones ha sido más reconfortante la confianza que algunos han tenido en mí, que ninguna ayuda técnica. Lo de la confianza en mí es algo que tampoco entiendo bien, ya que no tengo vocación de enseñante, más que nada porque no creo que tenga cualidades para ello, y tampoco tengo una titulación acorde con esto. Tal vez lo único que tengo son ganas de trasmitir o comunicar a los demás algo que yo sé. De todas formas no habría podido hacer nada sin el interés de mis compañeros, sobre todo el viernes, cuando todo salió mucho mejor de lo que yo pensaba. Tener interés no es sólo estar en silencio cuando otro habla, es seguir lo que dice, preguntar, dudar y cuestionar cosas en su justa medida. Yo por mi parte pongo todo lo que puedo, tanto a nivel humano como material, y ando sacando cosas de un lado y de otro. Al final sólo me queda el estar bien conmigo misma, aunque a veces me metan goles políticos por la escuadra… De todas formas no debo de darle mucha importancia a esto último, y quedarme sólo con las impresiones de la gente.
Sea como fuere, espero que esta buena racha continúe, y que la clase del viernes, que es la última, salga igual o mejor.

lunes, 14 de enero de 2008

Almuerzo Navideño tardío




No es que yo sea rara, es que casi todo lo que me rodea es algo extraño. Decidimos hacer en el Voluntariado una comida de Navidad ¿qué día? El 10 de Enero, fecha poco navideña, pero cualquier excusa es buena para estar un rato juntos, los de siempre y los nuevos que van llegando, como Oliver, que para mí fue la novedad del día, jejeje En contraposición un veterano de esto, Antonio Manuel alias Tony, signo inequívoco de que la vida pasa y nos hacemos mayores, ya que vino con corbata… A primera vista parecía que nos iba a vender una casa, pero en cuanto la primera jarra de cerveza llegó a la mesa, volvió a ser él. Manolo resultó ser bastante camarero vocacional y es tan bueno con sus amados compañeros que nunca permitió que ninguno de ellos viera el fondo del vaso. Mariano llegó, inusualmente tranquilo, casi de igual forma se fue, supongo que el león deja de ser tan fiero, circunstancias personales obligan. Cuando nadie lo esperaba llegó Ana, y con eso está todo dicho, con su agenda de Mafalda y su alergia al melocotón puso color por dónde pasó. Loli de vez en cuando relacionaba cualquier cosa en su mente con bailes traídos de África, y se derretía en su propia baba. Lázaro, que llegó directamente del gimnasio, perfumó todo con un aroma muy particular, un reto nuevo para mi pituitaria, que al final no logré descifrar, pero la registro para mi base de datos. José María llegó con otra nueva incorporación, Marina. Con muletas y todo apareció Pili, que espero que se recupere pronto. Momi, con su dulzura y su interés resulta siempre una excelente compañía en la mesa. De Lola no sé que decir, porque todo sería poco para ella. Como diamante de la corona contamos con la Voluntaria del Año 2007, Antonia. Isabel, a la que hacía tiempo que no veía, vino acompañando a Alberto, el nuevo al que yo aún no conocía. También vino Domingo, que siempre es un placer verlo. María del Mar también nos acompañó; y por supuesto no pudo faltar “nuestro jefe” José Antonio, porque alguien tenía que ir por pasteles para el café…
Todo trascurrió bien y distendido, cerveza, vino en mi caso, risas, anécdotas; incluso un poco de ventana indiscreta cuando un mecánico de lo más raro parecía estar robando las ruedas de un coche aparcado delante nuestra. Todo quedó en esa confusión pero vaya rato más extraño, sin parar de reír pensando que con toda la tranquilidad del mundo, ese tipejo estaba robando ruedas tranquilamente.
Leyendo todo esto, se ve algo absurdo, pero todo tenía lógica, y fueron unas horas muy buenas en las que como siempre hablamos de nuestras vidas, de lo que nos pasa y de voluntariado.
Poco a poco se despidió el duelo, y un pequeño grupo se fue al Palacio de Congresos a montar el stand para el día siguiente (se celebraba el Congreso Andaluz del Voluntariado) Me parece que hubo algo de confusión a la hora del taxi, pero los que fueron lo hicieron bien.
Ya no podría seguir hablando sin repetirme, sólo me queda esperar que repitamos algo así prontillo, y darle las gracias, aunque ella nunca lo lea, a la primera camarera que nos atendió. Una chica muy atenta, que cuando acabó su turno vino a decirnos que había sido un placer servirnos; después de la que teníamos allí formada me esperaba de todo menos eso.
Por cierto, que ahora me doy cuenta que he hablado de todos menos de Julio, pero por otra parte,¿qué iba a decir?

jueves, 10 de enero de 2008

¿Por qué son tan importantes los dos primeros años?



Los dos primeros años son tan importantes porque en ellos el niño comienza a adquirir capacidades muy básicas que asentarán las bases de su lenguaje futuro, como son la discriminación auditiva de los fonemas más empleados en su idioma, la capacidad de distinguir un acto comunicativo de lo que no lo es o la construcción de su lenguaje no verbal. Este último será muy importante en estos primeros años de vida, ya que le ayudará a interaccionar con otras personas hasta que tenga la capacidad de construir un lenguaje verbal propio.

Sin embargo, en estos dos años los adultos aprovechan para hablarle al niño de forma estúpida. Cuando el bebé tiene más capacidad de asimilación, decirle mira el pipi o que gande se va a poné mi nene no es beneficioso en absoluto. Es bueno hablarles de forma sencilla o tierna, pero no se puede caer en el error de retrasar su lenguaje enseñándoles palabras mal pronunciadas.

p.s. que nadie pille el texto de arriba para el trabajo de PB que es lo que hemos puesto nosotras, jejeje

martes, 8 de enero de 2008

Adios Navidad, hola síndrome posvacacional



Por fin acabó. Este lunes disfrazado de domingo se lleva la Navidad de una vez por todas. Es innegable que estas fechas no me gustan nada, aunque es cierto que este año, estas fechas tan señaladas, han pasado muy rápido para mí. Quizás ha sido por adoptar “técnica del Oso” que consiste en dormir todo el tiempo que puedas y más. Incluso llegué a barajar que un año de estos podría celebrar Fin de Año en pijama… Por otro lado, tal vez por dormir tanto, no me han cundido las vacaciones todo lo que me habría gustado, pero bueno, no voy a lamentarme a estas alturas porque no sirve de mucho. Algunas cosas aún tienen remedio, como la exposición de fotos que hay en el Ayuntamiento sobre Frida Kalho, que debo ir a ver antes del día 15, no la recomiendo porque aún no la he podido ver.
Entre lo que son exposiciones y no, el mes de Enero se me presenta ocupado; pero tal vez así se me olvide antes esta… nostalgia. No es por la Navidad desde luego, supongo que simplemente echaré de menos las vacaciones, e imagino que estoy entrando en el famoso síndrome posvacacional. Casi mi único consuelo será que la Semana Santa vendrá pronto este año.
Valorando el 2007 que nos dejó, me alegro tanto de que se pasase al fin, ya que salvo el último trimestre, ha sido un año de lo más feo. No ha sido malo por completo pero ha estado lleno de episodios y momentos puntuales que merecen ser olvidados.
Prefiero pensar en proyectos futuros que en el madrugón que me espera mañana, por aquello de no acentuar mi síndrome maldito, así que espero que este Año Nuevo traiga algo de vida nueva para mí.

viernes, 4 de enero de 2008

¿Quién es La gata Roma?



La gata Roma era una gata real, blanca con ojos verdes, alocada y promiscua. Era la mascota de un amigo, que fue quién me prestó el nombre de esta un Domingo de Ramos de hace ya unos cuantos años. Roma murió, tenía cáncer de pulmón, por su alocada vida, casi me atrevería a decir que era de tanto fumar en sus noches de farra. Ahora que ella se ha ido, yo sigo con su nombre para que mi amigo se sienta menos solo ya que no ve a su gatita en el sofá viendo Los Morancos (que le encantaban) Así que desde mi primera entrada le mando un beso a Miguel por darme el nombre y un recuerdo a Roma que estará en el cielo de los gatos.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...