Siempre he sostenido que la frase con la que Dickens empezaba “Historia de dos ciudades” que aludía al mejor de los tiempos, al peor de los tiempos, es una máxima que puede aplicarse a cualquier periodo de la humanidad. Creo que cualquier persona puede adoptarla, yo ahora mismo pienso que vivimos el peor de los tiempos, por motivos muy obvios, y también el mejor de los tiempos, pues de no creerlo de hecho no creería en la Teoría del caos que tantos años lleva dando nombre a este virtual tejado.
Pero me cuesta a veces pensar en el mejor de los tiempos que está por llegar… Tal vez parte de la culpa de que me lance de cabeza a la tremebunda espiral del desastre que nos envuelve la tenga mi querido “Graderío de la Catedral”, mi rinconcillo de opinión en Sevilla Actualidad. Es curioso que con lo descuidado que tengo el blog, raras sean las semanas que no publico una columna que a veces es una gimnasia mental que me deja tremendas agujetas. Cada semana ese artículo me pide un ejercicio de análisis, de reflexión, de coherencia… No niego que como el sarcasmo me rebosa por los poros, en muchas ocasiones alterno temas frívolos, desenfadados o simplemente ligeritos, con otros textos más serios, críticos, amargos y pelín deprimentes… Pero en estos últimos tiempos soy incapaz de saltearlos, todos son del último tipo, me parece casi una falta de respeto a mis pocos lectores hablarles de chorradas con la que está cayendo, incluso me cuesta encontrar chorradas de las que hablar….
Pero en medio de todo esto he descubierto algo que me hace de verdad reír y sorprenderme como hacía tiempo que no me ocurría. Que lo denomine descubrimiento es porque yo me he enterado ahora de que existe, pero seguramente mucha gente antes que yo se quedó prendado de… ¡Ciudad K! Me encanta, disfruto infinito con este género que tal vez podría calificarse como “Humor pedante” o algo así… Me encantan los sermones de la iglesia, el programa “Gente K”, adoro las conversaciones en la peluquería y sobre todo pierdo el Norte con las clases particulares, mis sketches favoritos…
Arriba podía verse algún ejemplo de esto que digo y aquí dejo el enlace para elegir en la web lo que se quiere ver, si es que se quiere ver más… yo ya lo he dicho, me han enganchado y no paro de darle el coñazo a mis amigos con la serie de marras…
Tal vez no sea necesario irse a Alemania, ni a las dos ciudades que retrató Dickens, París y Londres, simplemente sería más feliz si me adoptaran en Ciudad K.