miércoles, 25 de febrero de 2009

Y llegaste…


Al fin llegas, ni tarde ni temprano, en tu tiempo, cuando tienes que llegar. Yo todos los años me impaciento un poco, pienso que tardas, cada año te espero con más ganas, quizás porque me hago mayor, porque tomar conciencia del tiempo es un lastre que no tienen los niños que corren rampa arriba y abajo por El Salvador. También yo fui niña en esa plaza, también te veía alejarte con el sol, los estrenos y las palmas de ese bendito Domingo. Tal vez entonces, no era muy consciente de lo que es vivirte, o si lo era, pero de otra forma; con menos ansiedad. Te vivía en casa, con el pijama y los zapatos puestos, para amoldarlos y que no me hicieran daño el día del estreno. Te veía pasar en la capa celeste que mi madre planchaba; en paseos por el centro con la alegría de encontrar iglesias abiertas. Se te esperaba en la mía, mi iglesia, cerrada a cal y canto mientras yo andaba alrededor de preparativos de Quinario, entre gente ilusionada. Llegabas a aquella pequeña iglesia de la calle Dueñas, intimidad compartida con pocos, ceniza que por mi curiosidad habitual, logré saber que provenía de la quema de las palmas y las ramas de olivo del Domingo de Ramos. Me pareció tan bello y paradójico descubrir eso; regeneración y reencarnación de ti misma en todos los sentidos.

Se acaban las cábalas, las cuentas son sencillas; cuarenta días, La Cuarentena de mi amigo Antonio; un mes largo para los últimos complementos de la mantilla, novecientas sesenta horas de disfrute de la cuenta atrás, mejor que una Navidad extensa, el reencuentro más dulce del año, la transformación de mi ciudad, las ganas de que no te vayas, pues tras tu partida sólo nos queda el comienzo del final… Y cuando eso ocurre, nos vuelve a quedar la ilusión de saber que siempre volverás. Yo guardo el incienso y los carbones hasta entonces, porque no me gusta ponerlo el resto del año, que la pena es más grande que yo; y te pienso, alargando una Precuaresma, como la procesión del Corpus, sale por una puerta mientras está entrando por la otra… Pero me estoy adelantando, es pensar de más, cuando hoy al fin llegas, y sólo hay que disfrutarte.
Bienvenida.


viernes, 20 de febrero de 2009

Luz en la mirada


En realidad no hace muchos años pero a mí se me antojan siglos. No estaba en mi mejor momento y tal vez ella sabía mucho de eso. Ciertamente, paradojas de la vida, no sabíamos cuantos malos momentos vendrían después, sobre todo para ella. Afortunadamente, ha renacido, y ahora es una mujer más fuerte si cabe. Yo ando en proceso de fortalecimiento y quizás por eso hoy me he acordado de ella y de esa forma tan original de dedicar un disco. Estábamos sentadas en un sofá de su hotel, me tenía las manos cogidas pero yo no tenía ganas de hablar, me faltaban fuerzas. Quizás en mis pausas, en las pocas palabras que alcancé a decir o en mi bajada de cabeza ella pudo entender mucho más que otras personas. Algunas de las cosas que me dijo se me quedaron grabadas y aún hoy las tengo presentes. Tomó su disco, sacó el libreto, y en la portada, bajo el título “Con otra mirada” añadió: en el presente. Volvió a colocarlo y me lo dio.
Al recordarlo me invade una serenidad inusitada, pensando que en peores plazas hemos toreado y que tal vez, una vez más, pueda cambiar mi mirada por una nueva.

domingo, 15 de febrero de 2009

La no historia de amor


Creo que desde el primer día R me pareció el más simpático de aquel sitio. Más que nada porque fue de los pocos que enseguida se aprendió mi nombre, mientras que yo le hablaba usando el “tú” y algún que otro recurso, para que no se notara que hasta pasadas dos semanas, no me aprendí el suyo.
C es de esas personas serias, que dándote los buenos días destilan mala leche no intencionada; es algo natural. De todas formas no me cayó muy mal, simplemente creí que era alguien de carácter, una especie de “chica dura” o algo así.
Pronto observé una peculiaridad, C, bastante seca con todos, se mostraba sonriente con R, simpática y animada. Esta mutación también sucedía cuando hablaba de él, y en conversaciones se refería a R con una familiaridad inusitada, así que pensé, que alguien con un carácter como el suyo sólo se comporta así si existe una relación extralaboral.
R seguía siendo el más simpático con diferencia, invitándome a café sin tan siquiera preguntar, haciendo mil payasadas si me veía agobiada… De vez en cuando se sentaba conmigo a distraerme un rato, para que según él “no trabajara tanto”. No es que yo fuera especial, sino que es su carácter y se porta así con todos los compañeros… Quizás yo le despierte más “pena” por aquello de que no cobro.
Un día hablando de temas navideños y familiares, pues ya estábamos en fechas, comenzó a contarme mil historias hilarantes sobre cenas surreales, y en esto salió a la conversación su novia. Me quedé algo extrañada pero lo dejé seguir hablando. Así lo hizo, y mientras me contaba sus planes en Fin de Año caí en la cuenta… Su novia era otra, no era C, C simplemente estaba colgadísima de él, pero nada más; su relación se limitaba a hacer las planificaciones rehabilitadoras de algunos usuarios de vez en cuando, y poco más. Imagino que si en menos de dos meses yo me había dado cuenta de aquello, todos los compañeros debían saberlo. Esto es sólo suposición, podría estar equivocada y además, no lo he comentado con nadie: primero porque tampoco es un tema muy importante, y segundo por respeto a ella. Me da algo de cosa, una mujer de tanto carácter, una de esas damas de hierro urbanas, inflexible, firme, tenía un punto débil, un talón de Aquiles que quedaba a la vista de todos. Al fin y al cabo, como decían en El perro del hortelano, “no es tan firme ninguna roca en la mar”

jueves, 12 de febrero de 2009

Cádiz y Febrero


Existe una esquinita de Andalucía que cada vez que enseña su DNI deja boquiabierto al personal, porque en ese DNI, se corrobora que ostenta la friolera de 3000 añitos, eso si, ni uno más ni uno menos ¿Eh?, 3000.

Durante ese porrón de años, ni que decir tiene que ha sido poblada y visitada por innumerables culturas y civilizaciones, desde fenicios y romanos, pasando por los tartessos y rematando con la visita del mismísimo Napoleón, casi nada, menos mal que esa visita no pasó del hall, porque sino menuda se hubiera liado…

Culturas y civilizaciones estas, que han dejado a lo largo y ancho de la ciudad un valiosísimo legado histórico que hace que al picar cualquier pared o al levantar cualquier suelo, aparezcan antiguos vestigios de incalculable valor, que no hacen más que incrementar el patrimonio de esta esquinita del sur, que como bien dice el título, lleva por nombre Cádiz.

Ya en la actualidad, las visitas han bajado el caché, y entre estas últimas, destacamos la de James Bond, que descubrió entre sus callejuelas, esa inmensa realidad que ya cantara Carlos Cano, y que dice que la Habana es Cádiz con más negritos, y que Cádiz es la Habana con más salero, bueno, con más salero, y con muchas más cosas, lo que pasa es que si todo eso lo llega a nombrar Carlos en la habanera, esta iba a ser más larga que Ben-Hur con anuncios, y no era plan…

Bueno a lo que iba que me despisto.

Resulta que mientras este mes de Febrero nos va regalando sus días y sus noches, esta esquinita de Andalucía es el centro de atención de todos aquellos que no se quieren perder lo que esta ciudad canta y cuenta al mundo durante aproximadamente 20 jornadas, en las que hace gala de esa libertad de la que fue cuna y somier de 90x1,80, mostrando orgullosa las coplas de esos poetas a ratos, que sacan tiempo de donde no lo hay para reunirse con un grupo de amigos y hacer de sus gargantas un elemento de expresión único en el mundo por su originalidad, gracia, y por supuesto guasa.

Y es que febrero, siendo el mes más corto del año, es el elegido para que Don Carnal y Doña Cuaresma libren esa batalla anual en la que nunca se sabe quién sale victorioso, ya que ambos terminan saliéndose con la suya, uno consiguiendo que el cachondeo recorra calles y callejuelas durante una semana, y otra poniendo punto y final a todo ese jaraneo abriendo las puertas de la cuaresma y dando pie a esa preciosa cuenta atrás que nos lleva hasta la Semana Santa.

Pero hoy nos ha tocado centrarnos en como Don Carnal supo hacer de Cádiz, la patria mundial de la ironía rociándola con esa gracia que la caracteriza y haciendo que durante este mes de febrerillo, cualquiera que quiera exponer algo, pueda hacerlo, y no desde cualquier sitio, sino sobre las tablas de un teatro de ensueño que durante esos días se llena de acordes y de ilusiones.

Hay quienes se empeñan en decir y mantener, que el carnaval y sus coplas son únicamente patrimonio gaditano, pero eso de cierto tiene bien poquito, todo esto fue creado por el pueblo, y las coplas son de todo aquel que quiera hacerlas suyas y ser partícipe de la fiesta, de ahí, que en los últimos años, anden acudiendo a participar en este anuario cantado que es para Cádiz su fiesta del Carnaval, gente de otras provincias e incluso de otras comunidades autónomas, demostrando el interés que se le tiene a esto más allá de Despeñaperros.

Espero que esta forma de expresión cantada con acento andaluz, permanezca invariable por lo menos 3000 añitos más, por más que le pese a alguna política catalana y siesa, y ya si somos capaces de verlo y contarlo no veas que alegría.


P.S. Colaboración especial de Moe de Triana, porque no hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla, aunque no sé si a Tirso le gustaban las Carnestolendas.


Imágen: Justo M.Mesa

lunes, 9 de febrero de 2009

De la Edad de Piedra…




Él es machista, retrógrado, con cierta tendencia agresiva, algo juerguista, poco tolerante y no exactamente razonable. Ella es algo frágil, conformista, mujer de su casa, esposa abnegada… Desde luego, un panorama que no parece favorable, más aún en los tiempos que corren. Pero ellos se llamaban Pedro y Vilma, y a mí me encantaba verlos. Mirando este extracto de capítulo lo veo con menos inocencia, sorprendida por los arquetipos de la época, como se observa al principio cuando él llega a casa; y si, lo mismo no daban buenos ejemplos, aunque por suerte la educación también está fuera de la televisión, aunque muchos padres no lo sepan, y por otra parte, viendo algunos dibujos de hoy en día, mas les valdría poner a Los Picapiedra, con todos sus defectos y por supuesto, todas sus virtudes.

martes, 3 de febrero de 2009

De lo absurdo y otras confusiones


Te dije que hacía frío, y me respondiste que el amarillo no siempre daba mala suerte. Te comenté que mi color era el azul, pero andabas hablando de las grapas del ABC. Te dije que con práctica los periódicos no se desmoronan, pero te empeñabas en hablar de billetes de tren. Quise reconducir este sin sentido, pero empezaste a recordar un día que yo ya tenía olvidado. Intenté explicarte que el futuro me sigue dando miedo, y te empeñabas en que comentáramos el último capítulo de Barrio Sésamo. Me maravillaba la canción que Kiko Veneno cantaba en inglés, pero a ti te dio por pensar que necesitabas ropa; pensé que ojalá sólo necesitaras eso, pero te empeñabas en que tres y tres fueran siete. Como los números me aburren, deseé que mi teclado fuera de Olivetti, para sepultar el sonido de tus palabras. Me evadí pensando en incienso y tambores destemplados, pero me tirabas del brazo… Quería compartir proyectos, ilusiones nuevas, pero a ti sólo te interesaba darle vueltas a la realidad que creaste hace varios años. Tal vez mientras yo me quitaba las espinas de las manos tu te entretenías en mirar un acuario, y así sería, que tenías tan alto el iPod que no oíste mi portazo, y te quedaste allí, hablándole al espejo, reinterpretando la Torre de Babel.
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