
Leo la que por desgracia parece ser la última entrada de Lacava en su blog, y al hacerlo, además de sentir la pena de que aquel rincón trianero se cierre, reabro un debate interno que tengo conmigo misma desde hace mucho tiempo. Más que debate son preguntas y cuestiones que no alcanzo a entender.
Un blog es un espacio personal, que puede tener temáticas muy diferentes, pero por regla general, tiene un autor o autores que crean su contenido. Nunca he entendido del todo el tema de las clasificaciones, tal vez porque nunca he sabido clasificar el mío; aunque muchos no dudan en decir que este rincón es personal; me hace gracia esto, pues considero que la mayoría de los blogs son personales. Lacava por ejemplo estaba muy centrado en temas cofrades pero ¿acaso no era aquello personal? ¿no era personal cada letra, cada palabra, cada rima y cada tema? Por eso tal vez, por lo íntimo que a veces llega a ser lo que muchos escriben, me cuesta entender a los que copian textos de otros en sus espacios. Muchos recordarán que a mí en una ocasión me ocurrió algo parecido, y cuanto me indignó. Por suerte o por desgracia, mis entradas no son como las de otros, que realizan trabajos de investigación, documentación y demás, pero a pesar de todo me molestó enormemente que plagiaran mis sentimientos, mis pensamientos, aquella tontería que me rondaba por la cabeza y decidí colgar aquí. También hay quien piensa que el autor de un blog es egocéntrico (cosa que sería para discutir largo y tendido) o que tiene alguna intención oculta, persigue algo con su blog. No puedo hablar por la blogosfera mundial, pero en el pequeño círculo de blogueros que conozco, la inmensisíma mayoría son personas que tienen ganas de escribir, mejor o peor, ganas de contar cosas que les pasan, compartir lo que saben, ilustrar con sus fotos…
Además, antes de que Lacava editara su última entrada hacía referencia a cierta web/comunidad sobre la que no quiero entrar en muchos comentarios, sólo diré que conozco varios casos ya de miembros de esta que se dedican a apropiarse del trabajo de otros. Entiendo que los administradores no pueden controlarlo todo, pero si pueden “castigarlo” en el momento que esto se pone en su conocimiento…
Es una pena que algo tan original como puede llegar a ser una bitácora, se vea saqueada por gente que quizás, bien por ignorancia, bien por poca seguridad personal, no son capaces de publicar sus propios textos y se adueñan de los de otros… Pero bueno, esta divagación sobre blogs y sus autores no lleva a ningún lado, no arregla nada, ni resuelve nada.
Espero que Diego no se olvide mucho de seguir paseando por las casas de los compañeros, y espero encontrarlo en ese corral de vecinos que tantas risas nos regala. Espero que esté mejor ahora, que ha tomado una decisión difícil pero consecuente con él y lo que piensa. Espero que todos recordemos que habló maravillas del Viernes Santo, que pregonó su Tómbola de La O, que criticó el escaparate de vanidades que a veces es esta ciudad, que amó los coroneles y detestó las malditas sillitas de los chinos… Espero que se sienta orgulloso de todo lo que publicó, porque eso es algo que nunca podrá quitarle nadie, y quien sabe, tal vez algún día incluso me lo encuentre en ese rincón cofrade de Pío XII que lleva el nombre de mi otro blog. Espero, que aunque no se publique, o sí, nunca dejen de salir letras desde Lacava.
Un blog es un espacio personal, que puede tener temáticas muy diferentes, pero por regla general, tiene un autor o autores que crean su contenido. Nunca he entendido del todo el tema de las clasificaciones, tal vez porque nunca he sabido clasificar el mío; aunque muchos no dudan en decir que este rincón es personal; me hace gracia esto, pues considero que la mayoría de los blogs son personales. Lacava por ejemplo estaba muy centrado en temas cofrades pero ¿acaso no era aquello personal? ¿no era personal cada letra, cada palabra, cada rima y cada tema? Por eso tal vez, por lo íntimo que a veces llega a ser lo que muchos escriben, me cuesta entender a los que copian textos de otros en sus espacios. Muchos recordarán que a mí en una ocasión me ocurrió algo parecido, y cuanto me indignó. Por suerte o por desgracia, mis entradas no son como las de otros, que realizan trabajos de investigación, documentación y demás, pero a pesar de todo me molestó enormemente que plagiaran mis sentimientos, mis pensamientos, aquella tontería que me rondaba por la cabeza y decidí colgar aquí. También hay quien piensa que el autor de un blog es egocéntrico (cosa que sería para discutir largo y tendido) o que tiene alguna intención oculta, persigue algo con su blog. No puedo hablar por la blogosfera mundial, pero en el pequeño círculo de blogueros que conozco, la inmensisíma mayoría son personas que tienen ganas de escribir, mejor o peor, ganas de contar cosas que les pasan, compartir lo que saben, ilustrar con sus fotos…
Además, antes de que Lacava editara su última entrada hacía referencia a cierta web/comunidad sobre la que no quiero entrar en muchos comentarios, sólo diré que conozco varios casos ya de miembros de esta que se dedican a apropiarse del trabajo de otros. Entiendo que los administradores no pueden controlarlo todo, pero si pueden “castigarlo” en el momento que esto se pone en su conocimiento…
Es una pena que algo tan original como puede llegar a ser una bitácora, se vea saqueada por gente que quizás, bien por ignorancia, bien por poca seguridad personal, no son capaces de publicar sus propios textos y se adueñan de los de otros… Pero bueno, esta divagación sobre blogs y sus autores no lleva a ningún lado, no arregla nada, ni resuelve nada.
Espero que Diego no se olvide mucho de seguir paseando por las casas de los compañeros, y espero encontrarlo en ese corral de vecinos que tantas risas nos regala. Espero que esté mejor ahora, que ha tomado una decisión difícil pero consecuente con él y lo que piensa. Espero que todos recordemos que habló maravillas del Viernes Santo, que pregonó su Tómbola de La O, que criticó el escaparate de vanidades que a veces es esta ciudad, que amó los coroneles y detestó las malditas sillitas de los chinos… Espero que se sienta orgulloso de todo lo que publicó, porque eso es algo que nunca podrá quitarle nadie, y quien sabe, tal vez algún día incluso me lo encuentre en ese rincón cofrade de Pío XII que lleva el nombre de mi otro blog. Espero, que aunque no se publique, o sí, nunca dejen de salir letras desde Lacava.
Pintura de Daniel Franca
Paseo de la O