1 Los cascos del AVE te los dan para evitarte escuchar las conversaciones, en ocasiones muy absurdas, que otros pasajeros mantienen con unos idems o con sus teléfonos móviles en un volumen elevado.
2 De nuevo en la megafonía de algunos trenes se refieren a ti llamándote “viajero” y no “cliente”, lo cual, para una maniática lingüística como yo, es de agradecer.
3 Lo siento, odio desayunar en un bar madrileño, la poca variedad de tostadas y “las porras” frías. No soy nacionalista de la patria chica, pero en este caso concreto ¡sí, y mucho!
4 Me sigo estremeciendo con la línea uno, y la canción de Sabina “Caballo de cartón”, aunque la línea está en obras…
5 Si una napolitana es un bollo, un croisant es un bollo, un donut es un bollo ¿da igual comerse uno que otro?
6 Pasión sin puñales es un espectáculo altamente recomendable que nos enseña que un streptease puede ser estiloso o cómico.
7 La reforma y ampliación de El Prado me recuerda a muchos museos, pero no al Prado; a pesar de eso, tampoco me disgusta…
8 Hay formas de patriotismo que me gustan más que otras.
9 No sé porqué, siempre acabo comprando en tiendas que hay en mi ciudad, cuando estoy fuera de mi ciudad, y además ¡ropa de invierno!
10 Volver a Sevilla, notar esa bofetada de calor que hace que vuelva a fluír por tu cuerpo la sangre que se te había quedado paralizada con el aire acondicionado, es de las mejores sensaciones del mundo.
11 comentarios:
Pues feliz retorno a la patria chica... Supongo.
... pongamos que hablo de Madrid...
Al leerte identifico mi ciudad visto desde la rara faceta de "Madrid por un ratito, de visita"... Estoy tan acostumbrada a las obras, y nunca desayuno tostadas - para eso me las hago en casa, la verdad es que yo soy de croissants, que sí, que es bollo como el donut, así que no me percato de nuestras carencias.
Un besote y disfruta de este finde veraniego y estupendo que tienes por delante!
Desprecio Madrid. Para mí es sólo una ciudad de paso. Lo más bonito de la capital española es la T4. Punto.
Adoro Sevilla. Andar por la zona de la Catedral. Por Santa Cruz. Por Triana. Mirar patios que nunca podré poseer. Morirme de calor. Admirar el Parque de María Luisa. Todo.
Y me voy a Atenas. Otra vez. Altamente recomendable.
Un bexo
pasando para saludarte y dejarte mi firma por esto lados
que tengas lindo dia
He estado en un par de veces en Madrid y la verdad es que no me gusta nada de nada, tanto trafico, tanta gente y en algunos sitios cuando se dan cuenta de tu acento te miran como un bicho raro
Besitos
He estado muchas veces en Madrid, casi todas de paso durante unas horas en espera de coger un AVE o un avión. También en las dos finales de Copa que el Betis ha jugado desde que ando por el mundo e incluso en los toros en las Ventas. En Navidad tengo pensado volver para culturear un poco por ella, ya que apenas he tenido ocasión pese a mis numerosoas visitas.
Vamos, que me gusta Madrid, sobre todo pasear su centro de forma relajada, haciendo un alto en una de esas cafeterías de madera ancladas en el tiempo...
Eso sí, puntos del decálogo como el del desayuno son auténticas realidades. Dónde coño está el encanto de una porra fría??
Madrid es la ciudad ideal para la tristeza íntima rodeada del caos ordenado del que tanto chulean. Además, es un precioso basurero humano en el que se mezclan miles de olores diferentes a sudor, adrenalina y laca. A ese animalario también pertenecemos todos los que hemos estado al menos una vez (yo, lamentablemente, muchas), pues ser el centro de España tiene estas cosas.
Yo no soy nacionalista de nada, pero lo que menos me gusta de allí es la Mahou, posiblemente la peor cerveza que he probado en mi vida.
Alegre de verla, felina agostí.
Por partes.
1. Quizás sea más nacionalista de la patria chica que tu porque lo soy para más cosas que para el desayuno.
2. Donde se pongan unos calentitos de papa que se quiten esas porras.
3. Madrid tiene encanto de noche, de día no se lo encuentro y mira que he pasado allí días.
4. Como dice Persa, la Mahou es de lo peor que ha dado esa tierra.
5. En costumbres culinarias propias la capital deja bastante que desear, pero en extrañas alberga de todo, eso es así.
6. Viajar en tren siempre tiene su encanto, pese a todos los inconvenientes.
Creo que ya he sido suficientemente pesada como para dejar de enumerar.
Un beso grande.
P.D: en breve podrás pensar un decálogo de otra ciudad entre el que se encontrará, seguramente, una mención a los cartuchos de patatas que comerás por sus calles.
Cualquier viaje en tren vale la pena.
En Madrid he estado en persona poco tiempo, montado en alguna canción más veces y ensoñando alguna más... y es que piasndo tierra me ocurre con esta ciudad como a los burgueses del 'Discreto encanto de la burguesía' de Buñuel... siempre hay algo que me impide atravesar la frontera...
Disfruta de tus travesías, tu patria chica (no existen patrias grandes te lo aseguro manijera) lleva años sin moverse y no te sorprederá a tu vuelta.
Muchos de esos que tu dices en inglés.
Antonio
El punto 5 siempre me mata cuando me paseo por la capital del reino... Yo el problema lo tuve con los chopitos, donde tuve que tirar de mis nulos conocimientos chipironeros para defenderme ante los ataques de un señor que lo mas cerca que había visto una playa era en la reposición de Vacaciones en el Mar.
Que si puntillitas, que si castañitas, que si chipirones, que si chocos... nada, que no le entraba en la cabeza, chopitos y punto. Finalmente opté por pedirme una hamburguesa y pasar de la dieta mediterránea. Así no se puede...
Saludos.
Retraso de casi un mes, vergüenza de mí misma… Podría dejar esto como está, pues dudo que a nadie le importe ya si contesto, pero es personal…
Mario, volver siempre es agradable, si tienes un sitio a donde hacerlo.
Darthpitufina, por suerte o por desgracia las obras no me asustan, yo creo que ya a nadie, o al menos a los sevillanos que llevamos unos años con toda la ciudad levantada. Lo de las tostadas, que quieres que te diga, a mí es que me gusta mucho desayunar en la calle, el café de los bares y demás, lo que ocurre es que allí se me quitan las ganas… Tampoco es que sean carencias, son diferentes formas de vivir…
Anda Ego que te quedaste agusto… y que ganas de llorar con todos esos patios que nunca serán míos… Y encima no conozco Atenas, pero creo que mi próxima parada es por Flandes o las Germanías otra vez…
Un saludo Doritos
Bueno Sevillana, tampoco es que no me guste nada, tampoco creo que me miren raro por mi acento, o lo mismo no me he percatado por mi arrogancia hispalense, que hace que me dé lo mismo…
Pregonero, yo también he estado muchas veces, además ahora amigos míos se han trasladado allí y siempre eso tira. La pena es que cafeterías de las que dices, quedan pocas… Lo de las porras, según me explicaron una vez, es para mojarlas en el café caliente, pero a mi no me convence…
Persa, lo de la cerveza es de las verdades más grandes que se han escrito en este blog; bueno y el resto también, pero ha tenido un tino con la rubia de culo frío… Yo me alegro de verlo, y me alegraré más cuando vuelva a hacerlo.
Zapateiro, amén al 2, sobre el 3 prueba a pasear por el Madrid de los Austrias o musear un poco... Con el 4 ya sabes que estoy a muerte, con el 5 comulgo también. El 6 siempre, pese a que digan que mi relación con los trenes es caótica. Y sobre la PD, no sé si haré decálogo de Amsterdam…
Callejonero, lo de que no hay patrias grandes es para ponerle un marco, me ha encantado. Visita Madrid y lleva a los niños a ver a Piolín, yo estoy deseando hacerlo pero sin niños como excusa se corre el riesgo de parecer algo ridícula…
Du, lo peor es que la palabra en sí, chopitos, te quitan las ganas de comer cualquier cefalópodo, al menos a mí… Por cierto, creo que la última vez que tú anduviste por Madrid se lió parda parda ¿no?
Kisses miles con retraso a todos
Publicar un comentario