Soy un animalito de costumbres para muchas cosas. Suelo hacer siempre unos recorridos fijos, por determinadas aceras y caminos. Por las noches, cuando escapo de los amaneceres que parecen perseguirme, paso siempre junto a las mismas ventanas, me reencuentro con el olor a suavizante de esa vecina que adora poner la secadora por las noches, y esquivo algún que otro seto que ha crecido más de la cuenta y pretende interrumpir mi camino. Dentro de poco, en esta recta final, me detendré junto a una dama de noche, y aspirando su perfume, intentaré retenerlo hasta entrar en el portal; allí desaparezco como el sonido de mis pasos que por unos instantes perturbaron el silencio de la calle.
Últimamente reparo en estas cosas, y en los regresos en sí. Todos los caminos de vuelta, ya sean de tomar un café, de un viaje a Praga o de una hermandad de Penitencia que abandona la Catedral, tienen en común lo agridulce de su sabor. Se entremezclan los recuerdos mejores y peores, la alegría de lo vivido, la pena de que termine todo, los pensamientos, las reflexiones de todo lo ocurrido, conclusiones… En ocasiones cansancio en la espalda, y en otras ocasiones cosas peores; pero todo parece formar parte del proceso de volver.
He vivido nuevos caminos de vuelta últimamente, además, he cambiado el romanticismo de los ferrocarriles por el autobús, otro diverso mundo digno de estudio, y me reafirmo en lo que siempre pensé. A veces da alegría volver a casa, pero suele quedar la sensación de aquella sevillana rociera que decía “¡Ay qué triste es el camino cuando se viene de vuelta!”
16 comentarios:
Estas idas y venidas por esos caminos, aunque no fuera el del Rocío, me han tenido algo ausente, por no decir bastante…
Algún día retomaré el ritmo, lo sé
Kisses
Cada viaje, sea cercano o lejano, fugaz o largo, acostumbra a marcar un antes y después en nuestras vidas, para algunos, el fin-comienzos de ciclos, para otros, reencontrarse consigo mismos.
No te preokupes por el ritmo, antes o después vuelve, es cuestión de paréntesis, las Musas, también necesitan vacaciones.
Un beso felina!
Cuando el Rocío comenzó a quedarse vacío fue cuando sentí con mayor intensidad la felicidad que he sentido todos estos días. Mi último día allí no fue triste sino disfrutado al máximo y tuvo mucho, pero que mucho, sabor.
Las vueltas tienen mucho encanto y yo sé que una gata de categoría sabe sacárselo a todo. Y volverás y yo volveré a nuestras calles en nada, también.
Me gustó mucho la sutilidad de tu entrada.
Un beso.
Largo ha sido el camino,
aún más larga la espera,
largos han sido los días,
largas las noches de estrellas.
Distante estabas Rocío
y sin embargo tan cerca.
Distante era el camino
y pesadas las arenas.
Soy Luis, no nos abandones tanto tiempo.
Soy caminante de letra perdidas. Y te digo que tu entrada es un buen mapa para gente que no quiere encontrar bulla en los pensamientos...
Todos somos al final, animales de costumbres Gata. Y no olvides que volver, significa haber vivido.
Besos
uno nunca sabe donde está su hogar... la madre de Ignatius Jacques Reilly ni siquiera tuvo el detalle de mandar una ambulancia a la altura de la magnificencia de su hijo... él comenzó a respirar al dejar atrás aquella ciénaga...
see i´ve been traveling...
been travelling forever...
but now that i´ve found a home...
feels like i´m in heaven...
(tener niños te da acceso a los rincones más ocultos de la filosofía...)
Totalmente de acuerdo Águeda, lo mismo el ansia de viajar está relacionada con eso… Conocer y conocerse, que largo proceso…
Zapat, no sé si gata de categoría, pero ya sabes que le saco tantas vueltas a todo que… Espero volver al Camino de ida y vuelta no dentro de mucho. Y nunca pensé que sutilidad y yo iríamos en la misma frase, jeje
Luís, no caigo en quien eres, a no ser que seas Calleferia que por problemas técnicos no podía usar su Nick o algo, jejeje
Callejonero, lo mismo es eso, pensar con calma pero pensar en todo…
Pues si Calleferia, y también ahí hay ritos y tradiciones…
Eres mi cruz, a veces pienso que en mi casa, al carecer desde hace años de niños pequeños tiene una enorme fuga de conocimiento y saber… y por supuesto, se echa en falta tener un niño o niña (paridad siempre) que sirva de excusa para ver ciertas pelis, espectáculos, series… y aprender sobre viajes
Kisses a repartir
Lo importante es que vuelves. Me ha encantado que mezcles a Praga como regreso sea de la manera que sea, es la ciudad ideal para representar la despedida.
Besos miles
Pues eso es lo que yo digo, que menos mal que has vuelto. Las vueltas a mi me gusta hacerlas parándome a comerme un helado.
¿Y a ti?
¡¡¡vade retro Pocoyó!!!...
¿¿¿qué has venido a buscar???...
¡¡¡¿¿¿mi alma???!!!...
aaaaaaaaargfs... (muero)...
Conmigo nunca pasarás hambre.
La ausencias son necesarias para poder sobrevivir a todo cuanto nos acontece. Demasiados caminos recorridos, demasiados caminos por recorrer...pero recuerda que siempre, siempre, has de pararte a beber unos sorbitos en tu vagar.
Aquí te esperamos...
Un beso.
Me encantaría regresar de Praga Dama, señal de que habría ido, pero creo que este año no va a ser…
Miguel, el que probé aquella noche me ronda la mente a cada rato… ¡me encantó el Kinder bons o balls o como sea!
Eres mi cruz, a mí me mola el niñito este, lo que no sé es como los Servicios Sociales no intervienen, es un bebé que se está criando sin padre con un pájaro, un pato y un elefante…
Anónimo, mi no entender
Orle, el camino es otra historia, mucho más densa que la vuelta, la vuelta es recordar y concluir…
Kisses
¡¡ Que el anónimo que se llama Luis no soy yo!!. Yo no escribo tan bien.
Besos.
Calleferia, era raro pudiendo comentar con tu propio Nick, jejeje así que nada, gracias a ese Luís aunque no sepa quien es.
Albertito, vaya tela con el marketing, y ya podías haber puesto un titulillo menos mediático…
Kisses
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