jueves, 24 de julio de 2008

La vida es una tómbola



Pues si, el título hace referencia a la canción y a la película, porque yo, como muchas niñas, veía películas de Marisol, y ¿por qué no? Me gustaban, las veía una y mil veces en ese video VHS que aprendí a manejar con tres años porque no quería dormir la siesta…
Ella se parecía a Marisol, rubia, con su trenza y los ojos claros, y aquella forma de cantar. Desde pequeña ya destacaba entre las demás niñas, cosa que no era fácil en aquel colegio. En el monocromatismo del uniforme y el babi, ella ya era diferente porque en contraste con el resto, que usábamos lazos o diademas (blancos en verano, azul marino en invierno) ella llevaba un coletero de flores. Y es que cualquiera que no la conociera podría encajarla en lo que se considera “una cani”, pero yo nunca la he visto así. En su caso no era un estilismo de tribu urbana, pandilla de barrio o seguir algún tipo de moda; a ella le nacía de dentro, como de Audrey Hepburn nacía esa elegancia natural. Y al igual que Pepa Flores en Tómbola, la recuerdo cantando en el autobús del colegio, camino de la calle Dueñas, en todas las fiestas, en cualquier ratillo que la dejaran… Ya desde pequeña tenía una voz maravillosa, alejada de lo esperable de una niña del Espíritu Santo, y es que a pesar de que no soltábamos El Cantoral Litúrgico Nacional (aún conservo el mío) por sus venas corría el flamenco. Desde luego se aplicaba más a este que a las clases, que no iban tanto con ella. Imagino que sus padres querían para ella mil cosas buenas, y por eso iba a ese colegio, dónde a menudo estaba castigada, por indisciplina, por no ser tan aplicada como el resto… y a pesar de eso, tenía el cariño de muchas profesoras. Pero siempre se ha dicho, la cabra tira al monte, y ella pronto empezó a aplicarse esa máxima que queda bien en las canciones de Sabina, y que tan dura puede resultar en la realidad, y para ella las malas compañías eran las mejores. Así empezó a fumar, tiñó su pelo de negro azabache, borrando su imagen de Marisol angelical… Recuerdo nuestro asombro ante esos novios que venían a recogerla en moto, con aquellas pintas que escandalizaban a las niñas bien…
Y aquel colegio de monjas de clausura, sólo de niñas, no era algo del nuevo siglo, y al cerrar un grupo nos cambiamos, esta vez tiramos más a San Marcos, y en la calle Socorro ella volvió a escandalizar a nuevas monjas, a saltarse todas las reglas, a seguir castigada, a tener los temidos “Partes”, a los días de expulsión… Las malas compañías empezaron a ser las peores, novios que tenían que ir a firmar los días quince, ex novios en la cárcel, amigos que morían por temas de drogas… Pese a todo, a que la adolescencia y nuestros mundos nos alejaban, yo la conocía desde los cuatro años, y ella a mí… Puede que la última vez que nos viéramos fuera al acabar cuarto, en la fiesta de graduación, aunque ella no se graduó, pero tenía que venir a cantar aquello de “y en un charquito de agua yo me mojo el pelo, me mojo el pelo… y el mismo charquito de agua me sirve de espejo, me sirve de espejo” en aquella fiesta flamenca que Sor Nieves nos dejó hacer en el patio, para despedirnos de aquella etapa de nuestras vidas… Y ahí nuestra última foto, con el músico más guapo de la Banda del Sol tocando la caja…
De vez en cuando me acordaba de ella, y por cosas de la vida no sabía que pensar, lo mismo andaba mal, lo mismo ya ni andaba… Casualmente hace unas semanas lo comentaba con Bárbara, en esas conversaciones que tenemos en el coche, que pueden llegar a cualquier lado, y ella pensaba igual que yo.
Por eso aún me da vueltas lo que pasó el martes en Carrefour. Me llamó, y yo no lo podía creer. Al acercarme hice alguna pregunta que no recuerdo, tipo “¿Qué es de tu vida?” No la recuerdo porque estaba mas pendiente de la respuesta, que según una corazonada, tenía que ver con lo que andaba correteando a su alrededor. La cogió en brazos, era rubia, como ella lo había sido; se parecía tanto a ella, y eso que sólo tenía dos años. La niña escondía la cara tímidamente y ella mientras sonreía le decía “Mira, es una amiga de mamá, de cuando iba al cole” Una amiga de mamá, esa era yo, porque ella ya no era Marisol, y ahora era “Mamá”. Me alegré mucho por ella, de corazón que lo hice, había pensado tantas veces que sería de su vida que lo que ví me pareció fantástico; y es que lo cantaban en esa película que yo veía las tardes de no siesta, la vida es una tómbola…

34 comentarios:

Híspalis dijo...

Pues me alegro que te hayas reencontrado con una vieja amiga y hayas recordado buenos momentos. Yo no veía a Marisol pero sí sabía mucho de su existencia... un beso.

Juan Duque Oliva dijo...

Menos mal que el final ha sido feliz, creo, por lo menos lo voy a pensar así, para intentar dormir más tranquilo.

La vida puede dar tantas vueltas y darnos tantas sorpresas, son tantas ilusiones, tantos sueños.

Por cierto pasé por la puerta del Museo pero no tenñia tiempo para entrar, otra vez será, me hice una foto en la puerta como si hubiera estado, pero tu sabes eso no es igual.

Besos

Pedro Delgado dijo...

Yo también veía (en blanco y negro) películas de Marisol, y de Rocío Durcal (un poco más mayorcita) y de Joselito ... Las veía con mis hijos, pero nunca les dije que quitaran la tele y terminaba enganchándome.
Bonito relato y con final feliz como todas aquellas películas que veíamos.

Saludos flamencos desde Cáceres

Necio Hutopo dijo...

La vida es una tómbola... Pero esa es sólo una manera de veral... porque la vida también es una colección de caminos que labramos, acomo decía Machado, al andar...
Caminos que nos separan y que, obviamente, de vez en vez, vuelven a cruzarse...

sevillana dijo...

Las casualidades de la vida, yo también estuve en el colegio de la calle Socorro y alli tenía una compañera que se juntaba con lo peorcito del barrio, ella vivia por la calle Enladrillada y le perdí la pista pues yo pasé al Instituto y ella dejó los estudios. Pero hace ya unos meses me la encontré por mi barrio y me contó que tenia dos niñas y que era muy feliz.
Ahora nos vemos casi todos los dias y cuando hablamos del pasado, no paramos de reir.

Besitos

mariapán dijo...

Es verdad que la vida es una tómbola y además a todos nos tocan papeletas de todas clases y la suerte juega mucho en este caso. Me alegro por tu amiga y compañera, ¿quien de nosotras no hemos tenido alguna compañera de esas? ... y algunas veces la suerte les favorece, pero otras...
Un besico guapa, me ha gustao mucho este post.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Mercedes, el cometario anterior es mío. Estuvo trastendo Maria en mi PC y no me he dado cuenta del cambio, lo siento.
Bueno, aprovecho para dejarte otro besico

Félix Amador dijo...

Y las niñas que veían las pelis de Marisol con los ojos tan abiertos han parido hijas que ya no quieren ser princesas, que se visten como las pilinguis de las pelis de Harry el Sucio y que se casan sin haber aprendido a escribir.

¿Un hecho sucede a otro o es esto la verdadera teoría del caos?

Me gusta como está escrito. Un saludo.

América dijo...

La vida es una tómbola!...y el final tu relato tiene un final feliz o así creemos,en este caso etapas oscuras quedaron atrás y todo parece indicar que es ella quien debe cuidar a alguien y evitarle ciertas situaciones, muy bien escrito,se percibe emoción.... Que tiempos aquellos,como nos marcan la experiencias de nuestros primeros años de formación,y las personas que pasan por nuestras vidas.

el aguaó dijo...

La verdad es que lo confieso. Confieso que yo también he visto películas de Marisol. Y entre otras, claro está, "La Vida es una Tómbola".

Hay personas que coinciden contigo en diversos momentos de tu vida. Hay personas que recorren contigo la infancia pero se salen antes de ese camino. Es como si no llegaran al final de dicho sendero para coger un atajo a la madurez. Un atajo a la vida de adulto... pero sin ejercerla en su totalidad. Y entonces, un día, como bien has dicho, te lo encuentras por la calle... a fulanito, a menganita, y algunos tuvieron suerte y volvieron por el camino adecuado, y otros se despeñaron por un destino que les reservaba encuentros más oscuros con una realidad cargada de penumbra.

Por eso, cuando ves a alguien que se salió del camino y consiguió volver a él, de una forma u otra, es inevitable alegrarse.

Un fuerte beso querida Gata.

Ego dijo...

Y tan tómbola. Lo que no me queda claro es si podemos elegir los números o si nos lo dan hecho.
Sigue jugando.
Un (b)eso!

Anónimo dijo...

Mi colegio era concertado, y allí había gente de toda clase, predominando los chulitos de calle que se creían los reyes del mambo porque fumaban (tabaco y/o porros). No guardo un grato recuerdo de aquellos años precisamente, y esas personas, muchas de ellas, no les ha ido bien en la vida por preferir una vida rápida y sin control.

Besotes!!!

La gata Roma dijo...

He estado algo ausente, entre Bolonia, la Velá, y lo de hoy… que no sé como clasificarlo… de resaca en resaca y tiro porque me toca durmiendo poco, hasta hoy que lo intentaremos.
Al final lo que nos quedan son los buenos recuerdos Híspalis; y sobre las películas… nunca es tarde, aunque no me hagas mucho caso hoy.
Yo habiendo estado no me hice foto en la puerta Juan… si unificáramos nuestras historias… Y sobre el final, bueno queda abierto pero yo también quiero pensar que es felíz.
Pedro Delgado, yo ví alguna de la Dúrcal, pero ya Joselito no… era demasiado para mí, jeje

Mario, totalmente de acuerdo, y benditos caminos que se cruzan y se descruzan…quién sabe lo que nos queda por andar…

Fíjate Sevillana, la vida es algo cíclica y encima tú y yo compartimos el Santa Luisa de Marillac; claro, te pillaba cerquita.
Nani, ya lo dije, la vida es cíclica, incluso las tómbolas lo serán digo yo… Dale besitos a María de mi parte.
Félix, gracias por tus palabras y tu visita, y si, a veces el panorama pinta feo… No sé si será la teoría del caos o algo que simplemente, tal y como están las cosas, lo mismo es el ritmo natural de todo…
Gracias América, está escrito como ha ido saliendo; y sobre esta chica, yo pienso igual que tú, creo que ahora que tiene algo mas importante que todo lo que ha tenido hasta ahora, mira las cosas de otra manera…
Tranquilo Aguaó, cada vez que confieso algo luego son muchos los que se suman, aquí casi nadie se libra de las películas de Pepa Flores. Y por lo demás, lo has descrito bastante bien, y por eso, de un modo u otro hay que alegrarse de cosas así.
Ego, no seré yo quien pueda responderte, aquí hay de todo… Personalmente creo que en parte, existen las loterías pasivas, las activas… La de la vida es semi ¿no? Bueno no sé, me estoy liando con lo de activos y pasivos… vaya tela como estoy.
Ojcu, la vida tiene estas cosas, pero bueno, si que en cierto modo hay modos de elegir caminos y ahí ya cada uno…


Kisses a todos y gracias por ser y estar.

Me_llaman_coko dijo...

Mercedes, Mercedes, Mercedes,... que grande eres (como dice nuestro amigo Daniel Franca) no conocía yo la historia tan a fondo.
Siempre es bueno reencontrarse con viejos amigos. Muchas veces pienso que la gente de mi clase tiene q estar en paredero desconocido con una vida complicada, por lo menos tú sabes que ha sido de ella.

Por cierto, Antena 3 está haciendo una serie sobre Marisol, seguro q cantan "La vida es una tómbola, tómbola..."

Ahhh, tengo nuevo blog!!!!

Anónimo dijo...

A mi tambien me gustaba Marisol de pequeña.¿A quién no?

Loren dijo...

Joder si es una tombola... ojala pudieramos elegir los numeros y el momento para sacarlos....

Juan Duque Oliva dijo...

¿Y a quien no puede gustarle Marisol?

Muchacha que a ver cuadno nos tomamos un gin tonic por aquí.

Dice Mario que te pregunte por un gimnasio por aquí que esté bien.

Besos

Juan Duque Oliva dijo...

Nos cruzamos, gracias por la información.

Estamos sobre el final de Agricultores ya sino que pregunte otro por aquí más cerca.

Besos gatunos

Nebulina dijo...

Nunca está mal recordar...
Un beso!

Águeda Torrado dijo...

venga, hablemos del pasado:

-hasta los quince años fui a un colegio de monjas, sólo de chicas, donde o bien salías puta, lesbiana o monja... me amonestaron una vez por hereje, tuve que ir un sábado y un domingo por la mañana... nunca se me olvidará.

-De los quince hasta los diecisiete me las apañé en el instituto, donde pasaba la mayoría del tiempo en el campo de enfrente fumando porros y bebiendo, aprobé todo con éxito, viví de los resquicios del nivel del otro colegio, sin tocar un libro...

-Acabé el bachillerato en una academia cualkiera, habiendo pasado antes por el bachillerato de artes allá en la plaza del dos de mayo: los yonkis de la plaza eran mis maestros,mis pinturas, las rayas de speed en la carpeta y los litros como materia en el lienzo.

querida, claro que la vida es una tómbola... con luz, de color, a blanco y negro generalmente

Nosotras mismas dijo...

A mi también me gustaban las películas de Marisol.

Besos

El vecino del 4º dijo...

en esta querida "Pañaaa-pañaaa"...todos...llevamos...
querida Gata...una Marisol en nuestros genes, y una Sor Citroen, y un Paco Martinez Soria...en finss...siempre tierna, siempre sencilla, profunda y certera...el verano me pone diferente... veo en tus labios infinitos secretos, veo en tu piel caminos inexcrutables, veo en tus sábanas sueños invisibles que caminan hacia el horizonte...en fin... Gata...
que el Sur te arrope sin que lo notes en las noches eternas...

besos-besos

tu vecino del 4º

posdata: ofú...lo que ha salio...quillaaaaaaaaaaaa...paece un parto atropellaoooooo...jejejjejejee...

La gata Roma dijo...

Coko que sorpresa tú por aquí. Ya lo sabes, Dani es un artista pero también un exagerado; el otro día te comenté esto pero si te la contaba entera no tenía gracia. Una amiga me ha comentado lo de Antena 3 y joder, me ha dado envidia que ella el otro día vió “Un rayo de luz”… aquí es que estamos todos fatal de la cabeza… Me alegro de tu vuelta al cybermundo y espero que esta vez te guste quedarte por aquí. Ya te enlazo y esas cosas.
Pues Juan también responde un poco a eso Gema, por lo visto a todos nos encantaba.
Loren, gracias por pasarte por aquí; y si, hay cosas que digan lo que digan, se nos escapan.
Juan, nos cruzamos pero espero que M encuentre alguno que le guste y no le pille muy mal, ya te lo dije, lo mismo un paseito le gusta para ir calentando y tal. Tenemos que hacer recepción ya mismito, así que se vayan apuntando bloggeros sector norte, jejeje.
Nebulina a veces los recuerdos te asaltan solos, tampoco está mal.
Me alegro de volver a leerte aquí, esta vez Águeda Torrado. Sobre los conflictos con falda de tablas, yo creo que son comunes. Yo recuerdo dos destacables; uno político y otro mas de índole moral. En el primero me echaron de una clase de Historia, por tener ideas contrarias a la profesora, lo cual tampoco era difícil porque esta hacía apología del franquismo. La segunda fue con la mismísima directora por un comentario que esta hizo sobre los homosexuales. En fin, menos mal que mi madre se portó, aunque me pedía que me mordiera la lengua…Ella no pensó que de ese modo me podía envenenar… En fin, esto está pareciendo un programa de confesiones.
Nosotras mismas, te apunto entonces en las confesiones de Marisol, al final a todo el mundo le gustaba…
Vecino, que lote de llorar me dí con Sor Citroen, al principio sobre todo…puestas a confesar, pues nada, ya lo he dicho. Gracias por tus palabras y dejar que se te derrame un poquito de poesía por aquí.

Kisses a todos, nuevos, reencontrados…



V

Reina Letizia dijo...

Yo tuve la suerte de no pisar un colegio de monjas. Espero que mis Infantitas tengan la misma suerte.

Besos de Princesa

Herodes Antipas dijo...

Para mí, la vida siempre ha sido algo así como un laberinto, donde al encontrar un cruce de pasillo, tienes que echar una monedilla al aire para decidir. Lo mejor de todo, es todas aquellas personas que te encuentras, y que, con el tiempo, vuelves a encontrar en ese dichoso laberinto...
Que pedante me he puesto... Un abrazote querida Gata...

Anónimo dijo...

Es curioso,pero recuerdo perfectamente a los rebeldes de mi clase,y no tanto a los empollones o brillantes.En el fondo,son personas que se quieren hacer notar porque no se sienten "protagonistas"en su día a día familiar,y aprovechan el encierro escolar para sacar los demonios que llevan dentro;unas lo hacen rompiendo ventanas a pedradas,y otras cantando con gracia flamenca;como es el caso de la chica que tan bien nos describes.Espero que la nueva mama ejerza tambien como tal cuando tu no estes delante,que ya sabes que a veces la gente nos muestra la cara que mas les interesa.Kisses.

Antonio dijo...

La historia es muy buena, y mejor que acabe bien. Precisamente la semana pasada me llegaron noticias de alguien que me amontonaron los recuerdos de esa edad en que todo flota, y siempre es bonito recordar y si les va bien, ¡joder! pues mejor...

Seguimos por los caminos, sin alejarme mucho de la orilla ...

Antonio

misántropo dijo...

Yo me quedo con Pepa Flores.
Lo mismo me pasa con tu amiga me quedo con su maternal adultez (aunque parece muy joven para probar esas mieles?).
Con contadas escepciones (lease tú) cuanto daño han hechos esos colegios.

Beso sorteado

Unknown dijo...

El título de la entrada define desde mi puto de vista toda una filosofía de vida.

De hecho, en estos momentos me han tocado tres papeletas y cuatro extras de la dichosa tómbola, pero bueno, también es verdad que hay que tirar pa' alante, porque si no te sales de la feria y eso si que es malo....

Respecto al tema, me ha recordado la misma sensación que tuve yo hace ya.... cuando vi a la rebelde de mi clase tirando de un carrito de bebé. Supongo que ese bebé hoy día puede haberla hecha ya abuela. Cada uno juega sus boletos, eso sí, todo depende de la tómbola en la que juegues.

Saludos.

Antonio dijo...

Yo fuí rebelde. En una ocasión estábamos en clase de religión (en una escuela de Los Remedios, en la calle Niebla, donde ahora hay otra de Ingeniería, creo), con un profesor, cura de sotana inmensa y alzacuellos, calvo y sesentón. "Explicaba" no recuerdo qué, y alcé la mano. Me concedió, con un gesto, el uso de la palabra, y le espeté:
—Todas sus certidumbres no valen lo que un cabello de mujer.

Me senté, todo el mundo en silencio, y tras unos segundos de tensión el hombre continuó su clase.
Creo que no hubo represalias. Antes de hablar, ja ja, medité la frase un rato; me parece que la leí en un novelón decimonónico, ja ja.
En fin... todavía se acuerda de aquello un compañero —abuelo ya— al que veo casi a diario.

..............

Casi todas las canciones de Marisol tienen versiones flamencas, estilo Chichos con coro de fondo (La máscara, Tómbola y otras); son, en su mayoría y a mi parecer, extraordinarias adaptaciones .

Salud y libertad

Pedro Estudillo dijo...

Tengo conocidos del colegio con una historia parecida, porque al final la vida es la vida, y la juventud está loca, loca... Y así es como debe ser... por mucho tiempo.
Un beso.

La gata Roma dijo...

Ahora que lo pienso, la canción de “La vida es una tómbola” no tenía mucho que ver con la peli, por no decir nada, la metieron ahí un poco con calzador pero bueno, es lo que hay.
Señora Ortiz, sus humildes orígenes son admirables; bueno, no tanto como admirables, pero me parece que sus hijas no van a tomar esa senda, y ojo, que lo digo con pesar, que a mi me encantaría que fueran a colegios públicos y así de paso recortamos gastos.
Herodes, a la arriba firmante la han llamado pedante mas de una vez y mas de dos, incluso alguna bloggera que danza por aquí, así que tranquilo, la pedantería es bienvenida. Y coincido bastante con lo que dices, a veces el laberinto incluso marea…
Bueno Orleáns, aunque no lo creas, esta chica no era tanto de querer hacerse notar, el hacerse notar era parte de ella, aún cuando no lo quería; y por otra parte también recuerdo a aquellos que chuleaban para llamar la atención de un modo mas descarado. Yo también espero que sea una buena mami, la ví con una serenidad nueva desde luego, aunque fueron unos minutos. Me dijo que la niña era muy buena pero que no paraba quieta a lo que yo sonriendo dije: ¡Ah! Entonces como su madre.
Antonio, sólo espero eso, que le vaya bien. Sigue por los caminos, no te alejes mucho del tejado, y de vez en cuando, escápate al mar; yo lo hice por última vez el viernes, con ruinas romanas y todo. Y si te cuento, teníamos una pala del ejército para edificar construcciones efímeras… que cosas…
Misántropo, cada vez que digo que pasé hasta los 16 años en colegios de monjas, siempre, sin excepción alguien dice: que poco te pega. Yo, que intento aprender de todo siempre digo que no lo pasé mal, y que al fin y al cabo yo sé como piensan, he estado al otro lado. Ella tiene mi misma edad, tal vez unos meses mayor, y si, personalmente también creo que es algo joven pero la vida es una tómbola y la cronología a veces sirve de poco.
Mi siempre querido General, usted es afortunado, aunque le persiga la hipoteca y esté de trabajo hasta arriba, tiene muchas cosas para alegrarse. Y sobre el tema, bueno, memorable es su entrada sobre los canis y como estos se reproducen… Y cierto es, cada cual juega en una tómbola diferete…
Antonio, otro que sabe lo que es estar al otro lado, jejeje Lo de las versiones me había parecido escuchar alguna en alguna ocasión, pero de pasada.
Cierto Pedro, la juventud tiene que tener locura para que merezca la pena, y luego cada uno acaba de una manera, eso ya es tómbola…

Kisses a puñaos, como dicen por aquí, y también salud y libertad, claro.

Verdial dijo...

Que historia tan bonita. Muchas veces me he he hecho esas mismas preguntas sobra fulanita o menganita, compañeras del colegio y a las que he perdido la pista. También sobre (y como tú cuentas), aquellas que se desviaron un poco de lo establecido a esad edad. Algunas sé que acabaron mal.
Me alegro mucho que la encontraras y que te quedaras tranquila por su vida.
Como dice la canción "la vida nos da sorpresas, sorpresas nos da la vida".

La gata Roma dijo...

Muchas gracias Verdial por tu visita y tu comentario. Me he pasado por tu blog pero no puedo comentar… seguiré probando.
Por cierto, Pedro Navaja es de mis canciones favoritas…
kisses

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