viernes, 2 de marzo de 2012

Egoísmo

Cuando yo era pequeña era hija única, la pequeña de mi casa, una princesita que en su reinado no estaba tan mimada como podía haber estado, pero que vivía en un mundo en que todo era suyo.

La formación pedagógica de mi madre es nada más y nada menos que la que la vida te va aportando, y con esta formación, con la que no le fue tan mal, pensó que era conveniente que con tres años ya era hora de que fuera a la guardería. No resultó traumático ni nada parecido, había muchos niños, muchas canciones que cantar, números y letras para aprender, era agradable. Pero un día mi madre vino a buscarme y ahí puede que la decepcionara por primera vez: “Tu hija está castigada.” ¡Castigada! No lo podía creer, su hija, la princesa de su casa, una niña tan buena, era impensable que la hubieran castigado por algo a ella, pero la explicación que le ofrecieron no dejó lugar a dudas. Yo ni me acuerdo, pero por lo visto un niño me intentó quitar un juguete, y yo, que en mi casa vivía rodeada de juguetes que sólo eran míos, parece que no tenía conceptos muy comunistas a aquella edad, y al ver violada mi propiedad privada, que realmente no era tal pues los juguetes eran comunes, le dí un bocado al pobre niño que le dejé los dientes marcados. Siempre me quedará la duda de si el niño se pasó conmigo, o si el pobre padeció mi ira sin comerlo ni beberlo. Puede que aquel día yo aprendiera a compartir, cosa que me vino muy bien para el futuro, sobre todo cuando dejé de ser hija única y mi feudo juguetero fue desamortizado en parte.

El egoísmo es eso, ese sentimiento visceral e infantil, ese momento en que sientes que algo te pertenece y otros entienden que no es así… La reacción de los adultos es algo más comedida que dar un mordisco, pero a veces resulta igual de dolorosa. Tal vez, esas personas a las que a veces su egoísmo les lleva a herir a los demás no tuvieron en su día un pequeño castigo por no entender un concepto más participativo, de compañerismo y solidaridad.

12 comentarios:

BLOGGERSTRONGER dijo...

Yo tb fuí princesita, también fuí a la guarde... y es el día de hoy, que sigo teniendo partes egoistas... pero no me lío a bocaos....aunque confieso que muchas veces ME ENCANTARÍA...

eres_mi_cruz dijo...

pues imagínate si tu cocina smoby de diseño funcional... se convierte en la cocina loft de las niñas de hoy...
por una monster high ma-to...
del piano rosa, mejor ni hablamos, porque...

Romani dijo...

Yo una vez mordí a mi hermana mayor en mitad de una pelea y le dejé los dientes marcados en el brazo. Cuando mi padre lo vió, me dijo muy serio: "La próxima vez que muerdas a tu hermana te arranco los dientes uno a uno con unas tenazas". No volví a morderle a nadie en mi vida, y procuré que las tenazas de la caja de herramientas se perdieran... por si acaso.

La gata Roma dijo...

Bloggerstronger ¿te imaginas que fuéramos hoy día pegando mordiscos a quienes nos molesten? Jojojojojojojo que tremendo sería…

Mi querido Eres_mi_cruz, sabía que si comentaba esta entrada, la foto sería el objeto de estudio… El anuncio de la nueva cocinita me ha dejado muerta cadáver… Me siento como que viví en la precariedad, ¡mi cocinita ni tenía horno! Ya de placa de inducción ni hablamos… yo tenía una parrillita para hacer sardinas, venía la sardina y todo… con lo que eso apesta una casa… Algún día haré una entrada de los juguetes sexistas hablando de mi vecino de al lado, el cual se pirraba por jugar con mi cocinita y yo por jugar con un extraño simulador de coche ochentero que él tenía… Sobre mi piano, no es rosa, era azul, rosa era la banqueta y las teclas que deberían ser negras, pero molaba muchísimo, tenía forma de pianito de cola… de haberme puesto en serio habría realizado prodigios así…

Romani, un pedagogo de los que ya no quedan, si señor… anda que si hoy lo denuncias y te cogen dos civiles con ganas de cachondeo se lía parda…



Kisses

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Pues dar bocados tiene su punto.
A mi me encantaría poder darle un bocado, donde más le duela, a todo egoista: banquero, político, mangante, etc, que viene a quitarme lo que es mío y he ganado currando como un gilipuerta.
Un beso.

Atlántida dijo...

No sé si el egoísmo adulto se basa en esa falta de castigo en la infancia o en el terror a comprometerse con los demás y salir mal parado (y no hablo de relaciones románticas si no en general).
Como niños creemos que el mundo es sólo nuestro, nuestra mama para nosotros, todos los cariños y todos los piropos, y luego nos enseñan que las cosas se han de compartir, eso me hace pensar que tal vez la condición humana no sea ser generoso.
Yo desgracie una oreja de un mordisco, pero en mi caso fue defensa propia guarderil.

La gata Roma dijo...

No cogé ventaja, desde luego que sería lícito darle un bocado a más de uno y de dos… La última con un banco ha llegado a mi casa con la cuenta de la Comunidad de vecinos, ha sido impresionante el atraco a mano armada que quieren hacer, no he visto gente más descarada a la hora de robar, y la señora presidenta, que es mi señora madre, está que se la llevan los demionios…

Rebeca, estoy tan intrigada que espero cuentes esa historia con detalle… ¿no sería Jorge Sanz que siempre ha tenido una orejilla rara? Aunque creo que por fecha no podrías haber coincidido en la guarde con él…
Por otra parte, siempre he creido que como en casi todo, el egoísmo es el resultado de un largo proceso, en gran parte por un componente educacional o de ejemplos vistos a lo largo de la vida. Las asignaturas que tengo en mi carrera de psicología suelen explicarlo todo de este modo…
Aunque antropológicamente es una certeza que somos egoístas por naturaleza y que la agrupación es un simple sistema de supervivencia; este es el momento autopublicitario de la entrada

http://www.lagataroma.blogspot.com/2011/02/amor-cultural.html

aunque tú en su día ya la leiste…

kisses

Isabel Barceló Chico dijo...

Ciertamente el egoísmo de los demás suele hacernos daño. A veces menos que un mordisco, a veces muchísimo más. No sé si es una actitud infantil o no, no me atrevería a afirmarlo. Pero que es dañosa, eso seguro... Y no creas que decepcionaste a tu madre: sencillamente, se dió un baño de realidad (y es que ¡ni las gatas romanas son perfectas...!) Besos, querida amiga.

La gata Roma dijo...

Ains Isabel, quien fuera auténticamente gata en Roma, que vidorra… aunque hace poco me enteré de que con la crisis asociaciones y ONG que
Alimentaban a los gatos se están quedando sin fondos y sin pienso para los mininos… lo mejor de todo es que esta información estaba en las pantallas informativas del bus urbano… que cosas….

Kisses

Anónimo dijo...

Yo preferiria un mordisco que las reacciones que tienen según quienes..porque no todos, ni casi todos los adultos son más conmedidos que los niños!!

Atlántida dijo...

¡Jorge Sanz! no por Dios, soy sólo un pelín más joven, el famoso más cercano que ha estudiado conmigo es Gerard López que fue jugador del Barça y ahora es locutor, nada demasiado interesante.
La historia es simple, el niño todos los días me chinchaba y al final decidí vengarme y funcionó.
Son esas cosas, siempre he sido paciente hasta que un buen día se me agota.
La cultura nos enseña que hay que ser generosos, necesitamos ese intercambio de favores para que la raza humana pueda subsistir en sociedad.

La gata Roma dijo...

Palmova, la verdad es que tienes razón, a veces un mordisco es un mal menor…

Rebeca, eso nos pasa a todos, cuando el vaso se colma… uuuuffff….


Kisses

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