No es que yo sea rara, es que casi todo lo que me rodea es algo extraño. Decidimos hacer en el Voluntariado una comida de Navidad ¿qué día? El 10 de Enero, fecha poco navideña, pero cualquier excusa es buena para estar un rato juntos, los de siempre y los nuevos que van llegando, como Oliver, que para mí fue la novedad del día, jejeje En contraposición un veterano de esto, Antonio Manuel alias Tony, signo inequívoco de que la vida pasa y nos hacemos mayores, ya que vino con corbata… A primera vista parecía que nos iba a vender una casa, pero en cuanto la primera jarra de cerveza llegó a la mesa, volvió a ser él. Manolo resultó ser bastante camarero vocacional y es tan bueno con sus amados compañeros que nunca permitió que ninguno de ellos viera el fondo del vaso. Mariano llegó, inusualmente tranquilo, casi de igual forma se fue, supongo que el león deja de ser tan fiero, circunstancias personales obligan. Cuando nadie lo esperaba llegó Ana, y con eso está todo dicho, con su agenda de Mafalda y su alergia al melocotón puso color por dónde pasó. Loli de vez en cuando relacionaba cualquier cosa en su mente con bailes traídos de África, y se derretía en su propia baba. Lázaro, que llegó directamente del gimnasio, perfumó todo con un aroma muy particular, un reto nuevo para mi pituitaria, que al final no logré descifrar, pero la registro para mi base de datos. José María llegó con otra nueva incorporación, Marina. Con muletas y todo apareció Pili, que espero que se recupere pronto. Momi, con su dulzura y su interés resulta siempre una excelente compañía en la mesa. De Lola no sé que decir, porque todo sería poco para ella. Como diamante de la corona contamos con la Voluntaria del Año 2007, Antonia. Isabel, a la que hacía tiempo que no veía, vino acompañando a Alberto, el nuevo al que yo aún no conocía. También vino Domingo, que siempre es un placer verlo. María del Mar también nos acompañó; y por supuesto no pudo faltar “nuestro jefe” José Antonio, porque alguien tenía que ir por pasteles para el café…
Todo trascurrió bien y distendido, cerveza, vino en mi caso, risas, anécdotas; incluso un poco de ventana indiscreta cuando un mecánico de lo más raro parecía estar robando las ruedas de un coche aparcado delante nuestra. Todo quedó en esa confusión pero vaya rato más extraño, sin parar de reír pensando que con toda la tranquilidad del mundo, ese tipejo estaba robando ruedas tranquilamente.
Leyendo todo esto, se ve algo absurdo, pero todo tenía lógica, y fueron unas horas muy buenas en las que como siempre hablamos de nuestras vidas, de lo que nos pasa y de voluntariado.
Poco a poco se despidió el duelo, y un pequeño grupo se fue al Palacio de Congresos a montar el stand para el día siguiente (se celebraba el Congreso Andaluz del Voluntariado) Me parece que hubo algo de confusión a la hora del taxi, pero los que fueron lo hicieron bien.
Ya no podría seguir hablando sin repetirme, sólo me queda esperar que repitamos algo así prontillo, y darle las gracias, aunque ella nunca lo lea, a la primera camarera que nos atendió. Una chica muy atenta, que cuando acabó su turno vino a decirnos que había sido un placer servirnos; después de la que teníamos allí formada me esperaba de todo menos eso.
Por cierto, que ahora me doy cuenta que he hablado de todos menos de Julio, pero por otra parte,¿qué iba a decir?
2 comentarios:
La verdad que si, yo por lo menos me lo pase genial, a un que tambien hubo un pequeño percance pero sin importancia.
A una despistada se le calló en cafe en todo lo alto y además manchó un poco a la persona que tenia al lado.
Referente a lo del stand, la verdad que estuvimos muy entretenidos y me lo pase muy bien montandolo y colocandolo segun me parecia a mi y los demas estaban deacuerdo conmigo.
Espero al igual que tu que esta clase de reuniones se vuelvan a repetir pronto.
Un Beso
Dar sin recibir nada a cambio (aunque se recibe tanto...)
Os envidio por vuestra solidaridad.
Podrías contarnos más sobe vuestra labor...
Saludos
Antonio
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