La gata Roma era una gata real, blanca con ojos verdes, alocada y promiscua. Era la mascota de un amigo, que fue quién me prestó el nombre de esta un Domingo de Ramos de hace ya unos cuantos años. Roma murió, tenía cáncer de pulmón, por su alocada vida, casi me atrevería a decir que era de tanto fumar en sus noches de farra. Ahora que ella se ha ido, yo sigo con su nombre para que mi amigo se sienta menos solo ya que no ve a su gatita en el sofá viendo Los Morancos (que le encantaban) Así que desde mi primera entrada le mando un beso a Miguel por darme el nombre y un recuerdo a Roma que estará en el cielo de los gatos.
4 comentarios:
Enhorabuena, ya tienes uno de tus deseos para esta año, tu ansiado blog.Que lo disfrutemos.Besos
He llegado a tu Blog, de casualidad, a través de mi compañero de trabajo "Diego Ternero" (autor de las fotografias de tu último artículo), y me he quedado fascinado con tu forma de pensar y escribir; no es fácil.
Valga mi humilde aliento para animarte a que no dejes de hacerlo, ya que has creado un hermoso rincón.
Con tu permiso, me sentaré en un rincón a deleitarme con él.
Un beso de "la Inocencia Perdida"
Pues mira por donde no había leido la "introducción" hasta ahora. Y por qué la Gata Roma.
A mi es que no me gustan mucho los gatos así que te seguiré llamando la manijera del Caos, si no te importa.
Tarde pero valga este mensaje como bienvenida a la historia esta de los blogs. Yo llegué sólo unos meses antes.
Saludos
Antonio
Dios!!
¡No me lo puedo creer!, de veras que lo siento muchísimo, como sabes ahora en casa viven siete gatos y aunque esté deseando soltar a los cinco chiquitines, he de reconocer que sólo de pensar que a ellos, Fibi o a Canelita les pasara algo, me pongo mala.
Muchos besos
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