Y todos los días son importantes, y todos me gustan. Intento agotarlos al máximo, no perderme nada, exprimir mis fuerzas cuanto pueda, y de esa manera llegué al Martes, con una calle que tiene nombre de Iglesia y de Hermandad, y para mí casi nombran a un día, ese día tan azul, puedes mirar al cielo y puedes mirar al frente, y es así, celeste y crema. Y estuve dentro, y como la vi salir la vi entrar, y me preguntaba si alguna vez dejará de encogerse mi corazón al ver aquello. Se deslució el Miércoles y medio Jueves; pero un fiscal de paso salvó su vida, aprovechando los claritos que el Sol decidió regalarle a la calle Feria. Casi sin tiempo de haber digerido este día llegó la Madrugá, y casi se dice todo con esto. Como dato personal, este año el sueño y sobre todo el cansancio, me respetaron más que otras veces, y pude verlas todas, cosa que no hacía desde hace años. Al fin, de tanto mirar al cielo, seguramente lo desgastamos, y un Viernes Santo se salvó; y todos pudimos disfrutar de doble ración Trianera, de un Nazareno llegado de la Costanilla (el del paso y el que vestía ruán) la Soledad inmensa, los Carreteros, Montserrat, todo esto para concluir en dieciocho ciriales que precedidos de un muñidor van camino del fin. Aunque siendo sincera, el fin lo sentí mucho antes; llena de estrenos, iba con mi madre en el coche, y en la radio retransmitían la salida de la Paz; y en estas, oyendo la salida de la primera en la calle le dije a mi madre “¿Te das cuenta de que ya se está acabando la Semana Santa? Es un pensamiento exagerado y a la vez inevitable. Cada día que entraba a mi pequeño feudo en la Avenida, me cortaban un pedacito de cartón con el nombre del día, y con este simbolismo tan absurdo, yo veía agotarse este tiempo, mi tiempo.
El Sábado parecía feo, pero por muchos motivos no merecía lo que más tarde pasó. Era un día muy especial para mí y además era 22 de Marzo, cumpleaños de mi madre. Tampoco incido más, porque ella, al igual que yo, no lleva del todo bien lo de cumplir años. Mejor nos quedamos en ese almuerzo, tan cerquita de La Canina. Los Servitas nunca me defrauda, y disfruté dos veces de esta cofradía. En ese espacio breve de resuello climático, asistí a como al Decreto se le rompía un guardabrisas delante mía, y como llegó el Triunfo de la Cruz, que pararon delante de mí, parece que sabían cuanto me gusta. Y después de esto, vi mojarse a las autoridades, y vi al Duelo corriendo y empapándose. Tengo por máxima no abrir un paraguas delante de una cofradía, pero era tan intenso el aguacero que me vi obligada a hacerlo en ese momento. La lluvia despidió otro duelo, y cada uno se fue… podríamos decir a su sitio, yo, cerca de la Soledad, que es el mío. Descanso en el bar Centuria, con mi madre, que es la única que bien por gusto, bien por amor, sigue a una jartible empapada en todas sus locuras. Con la radio colgada, esperando noticias, pudimos cenar y secarnos un poco. Después foto de esas que dentro de 30 años, pondrán en un concurso de cultura cofrade.
Llegada a la Plaza de San Lorenzo, y llegada casi a la vez del Sacri. Casi una clase magistral de música de este, tomándose el tono con diapasón. Me quedo con sus cosas, se sube a un banco, llega el paso, se oyen las voces de los Ariza, la plaza enmudece, y lo peor es que las farolas siguen encendidas… La entrada es algo rara, menos saetas, mas rápida, pero emocionante claro.
Y casi tan breve como esa entrada pasó para mí esta semana; la Sangre de Cristo mientras escucho copla es un consuelo, porque el Garlochí es un refugio, pero se ha acabado. Me habría gustado ver hoy la Aurora de este día, pero el cansancio acumulado no me ha dejado. De hecho muchas cosas en esta semana no han salido como las planeé, y no me importa, porque he disfrutado tanto de estos días, que el síndrome postvacacional podría devorarme ahora, al pensar que mañana madrugo, que subiré esas escaleras, y esas obligaciones volverán a mi espalda… Pero no lo quiero pensar ahora, es mejor echar de menos Ione, que sólo la escuché una vez, en contraposición al abuso que ha habido este año de marchas Macarenas, en mi opinión claro. Conservo ese trozo de periódico, dónde me dijeron que salía claramente viendo pasar La Paz, y yo casi ni me encuentro en ese “¿Dónde está Wally?” Y me recreo mil veces en todos esos detalles, desandando mil veces esos caminos, esas calles dónde tanto viví, esos adoquines con cera, testigos de todo lo importante, eso que algunos comprenderéis porque lo vivisteis como yo. Ya sólo queda soñar con el año que viene.
27 comentarios:
Este es el carnaval de la iglesia.
Curioso, curioso gatita, te he visto comentando el blog del Caliz de la Canina cuyo titular es un primo hermano mío.... casualidades de la vida.
Hermoso este último artículo tuyo; es cierto... todo ya pasó... como dice mi fotografía: "ya sólo quedan sillas vacías".
Preparémonos para la Semana Santa que viene...
Un beso Gata.
Es increíble el sentimiento de melancolía que me ha invadido el cuerpo.Como un escrito puede formarte un nudo en la garganta al añorar los redobles de tambor,el olor a incienso,esas saetas sentidas y profundas...
En fin,gracias por llevarnos contigo.
que le vamos a hacer ya solo nos queda vivir cada segundo y munto de espera a la única semana del año.
ah un gran abrazo para ti y tu familia, y en especial para ese peazo cirial, de virgen.
Querida gata, me ha encantado tu última foto, cuando el año que viene te vayas de compras, llámame por fa.
Fdo.: La de los apellidos
Anónimo, yo la verdad que subjetivizo tanto la Semana Santa que lo veo a mi manera; ahora bien, no seré yo quien niegue que para muchos esto es un carnaval, pero ¿exclusivo de la Iglesia? Me parece que no.
Pués si Manolo, no hace mucho que paseo por aquél San Gregorio particular, pero tu primo y yo tenemos muchos amigos blogeros en común; me pareció verte enlazado pero no me imaginaba que érais familia. Casualidades, creo que nos posteamos casi a la vez, o al menos yo lo hice antes de leerte aquí; me dio tanta pena esa foto…
Orleáns, un placer llevarte conmigo, lo que me parece increíble es hacerlo por escrito, con la de cosas que dejo en el tintero…
Tarnishí, pues si, otra vez a esperar. Trasmito el abrazo pero a ver si me das más pistas para saber de quien viene.
Mi queridísima C.R. lo haré, ya sabes que los encontré cerca y de casualidad, cuando tu venías de la peluquería. La verdad que no imaginaba que los Zapatos B iban a dar tanto juego… Cuando colgué la foto me acordé de ti, jejeje
Kisses
¿No añoras la comodidad de una silla de tijera?
Besos (no kisses).
PD.: Por cierto, la de los apellidos no responde a las iniciales C.R., sino a las de R. del C. Te pillé.
Encantada de que me pilles, si no lo corriges tú ¿quién lo iba a hacer? R del C sigue superando mis expectativas jejeje Y claro que lo echo de menos, y el café de la tarde, las cervecitas, los caramelos, pensar que el otro árbol también sobra… Si es que se me quedan cosas en el tintero siempre…
He pensado que para despedirme de ti podría usar algo tipo:
Se despide de usted su SSQESM (segura servidora que estrecha su mano) No son kisses, no es corriente, es español y muy formal, me parece adecuado ¿no?
Pues, nada, Merceditas; has vivido tan intensamente que seguro tienes tantos sentimientos dentro que no podrás compartir asi porque sí dentro de una semana; ve digiriendo que el lunes que viene me siento a tu lado para que compartas en las clases de Belén...jajajajajajajaja
Besines guapa
te dire que es un abrazo lleno de incienso, añejo, de raices san idelfonsinas.....
y otro día seguire dandote pistas, ah abrazos tambien a esa madre que tienes que vale un tesoro.
o mejor si mañana en la oración no lo has descubierto y no has venido a decirmelo, ire yo a decirtelo si te veo.
Yo si que me he quedado con ganas de semana santa...
Un beso.
Sin duda es una Semana diferente para miles y miles de personas. Tú eres una de ellas. Me alegro que lo disfrutaras tanto como esperabas. Y el año que viene, con más fuerza e ilusión.
¡Un fuerte abrazo!
wola!!
que bonito que vivas asi la semana santa. por mi parte nada de nada, como te dice anonimo, para mi es un carnaval pero no solo de la iglesia si no tambien de la sociedad... pero en fins, cada uno lo vive a su manera, tiene su propia fe y... cada uno es un mundo!!!
besos!
Lo describes con tanta pasión que dan ganas de pasarse por allí el año próximo.
Y no te preocupes por el síndrome posvacacional, ya mismo estamos preparandonos para la feria.
Besitos.
María ¿pretendes que perdamos tan preciado tiempo? Jajajaja Ya te cuento y por supuesto, me cuentas.
Tarnishí, la vuelta a la rutina no me lo permitió, pero me hago una idea. Si cuando abrazas a tu familia puedes abrazar a un nazarenito de La Borriquita no me equivoco.
Dama, el año que viene lo vas a vivir tan intensamente, lo vas a disfrutar tanto que va a ser envidiable.
Sergion, se intentará, aunque cada año se me hacen mas cortas, serán cosas de la edad.
Glory, ya lo dije, estas cosas son muy subjetivas, y cada uno las vive de una manera, y le influyen factores muy diferentes. Espero que tu lo pasaras bien por tierras gallegas.
Pués si Pedro, entrando en la rutina, no me he probado el traje nuevo, y ni me he comprado una flor. Si es que Las Fiestas de Primavera son intensas para mí.
Kisses
Llego con retraso, pero compruebo que no es tarde. Semana atareada.
Partes que me han enamorado:
- "que no es algo que ves, en todo momento se trata de algo que estás viviendo". La Semana Santa se vive y se siente. Genial. Totalmente de acuerdo.
- "en la radio retransmitían la salida de la Paz; y en estas, oyendo la salida de la primera en la calle le dije a mi madre “¿Te das cuenta de que ya se está acabando la Semana Santa? Es un pensamiento exagerado y a la vez inevitable". Para nada. Coincidimos plenamente. Cuando sale la Virgen de la Paz el principio del fin es un hecho. Es la misma sensación que te deja ver el primer palio alejándose.
- "Tengo por máxima no abrir un paraguas delante de una cofradía". Esto me ha sorprendido grátamente. Yo hago exactamente lo mismo.
- "La entrada es algo rara, menos saetas, mas rápida". Deslucida. Cuando vi mojarse la Soledad de San Lorenzo en la Plaza del Duque, una angustia me sobrevino. Se nubló todo. Mi ánimo y mis sentimientos cofrades. Creía que saldría al día siguiente, por eso nos fuímos a casa. Este año mi madre se quedó con las ganas.
Me ha encantado tu crónica querida Gata.
Un fuerte beso.
P.D. Te hice caso y miré donde debía mirar cuando llegó Filella. Lado derecho y cirio en la mano izquierda. Creo que te vi.
Hola,
Por ser la primera en comentar "Besémonos", tienes el premio al "1er comentarista"
Besos
lo siento pero no has acertado Gata, digamos que soy mas jóven que lo que crees y que mi familia te tiene en gran estima.
ah te invito a participar en mi blog lasteoriasdellimpiaplata
Aguaó, muchas muchas gracias por tu comentario; para rizar el rizo te podría decir que el primer palio que ví alejarse también fue el de La Paz, esa que el mundo necesita, y que nosotros somos afortunados al ver cruzando El Parque. No te puedes hacer una idea de cómo me puse el año pasado cuando a San Esteban le sorprendió la lluvia, pero abrir paraguas nunca; el Sábado fue cuando ya la cofradía había casi pasado, y no lo abrí yo, además era pequeño y compartido, creo que me mojé igual o más. Me había propuesto escuchar a tu madre, saber y poder distinguirla entre todas, pero al ser todas las saetas masculinas… De todas formas nunca falto a mi cita en San Lorenzo, si la Soledad quiere, será el año que viene. Por cierto, se me olvidó posteártelo, pero espero la segunda parte de tu entrada, y de extensa nada. Si me viste en la Madrugá, una pena, porque en esos interminables momentos de tramos infinitos me pongo a desvariar, y acabo hablando de almas de pulgas o mantecados de limón, como alguno que yo me sé… No me lo tengas en cuenta.
Nosotras mismas, gracias por el premio aunque aún no tengo muy claro que tengo que hacer.
Tarnishí, al decirme que eres más joven ya caí, aunque no iba tan lejos, pero el Martes Santo había tiempo para todo, incluso para hablar con alguien de tu familia de estas cosas. He intentado participar en tu blog, pero la configuración de mi portátil no se lleva bien con tu comprobación de palabra. Seguiré intentándolo.
Kisses
ay mi madre! si he leido este post y nunca lo he comentado!!! Qué ingrato por mi parte...
Siempre te digo lo mismo pequeña, que ójala yo tuviera esa fascinación por estas cosas jejeje pero para éso celebro todas lasfiestas paganas...
hablamos. Muak Muak Muak
A aquellos que dicen que la Semana Santa es un carnaval no voy a ser yo quien les quite la razón, me encantan ambas fiestas, así que si las tengo fusionadas... Aunque pensándolo bien, ¿qué no es un carnaval en la vida y en el mundo? La vida y el mundo es un gran teatro (como ya dijo Calderón) y al ser humano le gusta sentirse diferente a lo largo de su vida en algunos momentos, ya sea disfrazado de carnaval, ya sea "disfrazado" de su túnica nazarena, pero todos sentimos atracción por participar en este gran teatro mundial. A mí al menos así me lo parece y en cada carnaval hago mi papel (ya sea partipando en las comparsas de mi pueblo, por ejemplo) y en cada Semana Santa desarrollo mi personaje (ya sea como guía o como nazareno silencioso). Siempre estamos inmersos en algún baile de máscaras, eso me parece innegable. Ahora vamos a disfrutar de otro, la feria (siempre digo que los sevillanos creamos la feria para poder reunirnos durante una semana con los amigos y conocidos para comentar la Semana Santa, al menos es lo que yo hago).
En cuanto a tu artículo, Gata, sigues en tu línea de dar en el clavo en esta fiesta inigualable. Esa lentitud con la que llega y esa velocidad con la que se va me (nos) hace quedarnos cada año con ese regusto que nos sabe a poco y que nos hace esperar con ansiedad la del año siguiente. Me gustaría contarte mis mejores momentos de este año, pero sería muy largo, por destacar alguno (a parte de mi estación de penitencia con "El Silencio") me voy a quedar con la entrada, de nuevo, de la cofradía de "El Amor" en el Salvador, algo que ni el más sublime de los genios de la estética podría superar.
Un beso y hasta pronto.
Chapeau amiga. Y es que, a mi me ocurre lo mismo, la personalidad de una persona al llegar nuestra Semana Santa se abre y es un libro clarito, clarito. Una esponja de un color, sabor y olor especial. Cuando ocurre que ya no se puede vivir en directo lo mismo que antes, y hay que ser selectos para aprovechar el tiempo disponible, ocurre que cuando no se está viendo, se está viviendo, tal y como tu lo cuentas.
Gracias.
Y es una pena que tanto el el aguao como tu no salgáis a la luz en sitios webs donde callaríais muchas bocas a la vez que dejariais abiertas otras tantas. Se puede hacer algo. Vuestros textos sobre Semana Santa lo merecen. Y como se que Ramses viene mucho por aquí, valga este empujoncito para los dos. ;-)
Un abrazo
Antonio
Es que el callejón de los negros lo acaba de clavar. Pá qué decir más.
de nuevo os invito a meteros en mi blog lasteoriasdellimpiaplata.
A
Lady, ingrata nunca, y tú tienes tus fiestas paganas; nos retroalimentamos, base de la comunicación, el multiculturalismo, la tolerancia… tú sabes.
Sevilla calling, pues en las mismas, cada uno que disfrute de las cosas como pueda y le dejen; a mí me ha encantado tu visión de la Feria de Abríl… Y gracias por el recuerdo de la entrada de la Hermandad del Amor, histórico momento.
Antonio, no puedes imaginar la de cosas que me vinieron a la cabeza con tu comentario… Llevo dentro una anárquica que me posee con sus locas ideas. Volviendo a lo real, no sé en que modo recoger el guante; tengo un breve pasado y casi presente en algún sitio web cofrade, breve pero intenso. Por lo demás, no sé, yo te veo a ti mucho más capáz que yo de callar bocas; y sobre Ramsés, no sé que pensará, pero si te diré que sus textos tienen mucho más cuerpo que los míos, están mucho más elaborados. Bueno amigo, veremos por qué derroteros nos lleva la suerte.
Cabezota, ¿te cobran por palabras? No te piques que es bromita.
Tarneshí, sigo en las mismas que te comentaba arriba.
Kisses a todos
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